Viviendo con playboys

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Antes de que comiencen a leer quería decirles que lo prometido es deuda, y tal como dije: la novela "el playboy es mi vecino" se encuentra ya disponible en mi perfil!!

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Estaba en clase de química. El profesor explicaba cosas que nunca lograría entender así que centré mi atención en otra cosa.

—Oye— dijo Joe, que estaba sentado un banco delante mío.

—¿Qué pasa?— contesté.

—¿Podemos hablar en el receso? es algo importante— lucía serio.

—Sí, claro— acepté— ¿Sucedió algo malo?

—Algo así.

Después de unos minutos, la campana sonó indicando que podíamos salir del salón. Todos salieron, incluyéndome, y a los pocos segundos Joe me alcanzó.

—¿Que querías decirme?— pregunté con intriga.

El rubio suspiró y comenzó a hablar.

—Se que no debería intervenir en tu relación con Hunter pero hay algo que debes saber— esto estaba comenzando a asustarme— ayer, cuando fueron a cenar, yo estaba en ese restaurante con Kim...

—¿Te reconciliaste con ella?— lo interrumpí.

—Gracias a dios, no— dijo— bueno, como decía, yo estaba allí y digamos que presencié una escena no muy linda.

Hizo silencio por unos segundos, haciendo que me asuste más de lo que ya estaba. Pero justo cuando iba a retomar la conversación, alguien nos interrumpió.

—Chicos, ¿de que estaban hablando?— era Hunter. Parecía algo nervioso y enojado.

—De ti— dije— Joe estaba contando algo de ayer.

El castaño abrió los ojos como platos y su nivel de nerviosismo aumentó cien veces más. Joe le sonrió de lado maliciosamente.

Fruncí el ceño sin entender una pizca.

—Cat, amor, vamos— Hunter me agarró del brazo con firmeza, pero sin lastimarme, y me arrastró lejos de Joe.

Podía sentir su mano sudada y como su corazón estaba acelerado. Claramente esta muy nervioso, y yo no sabía por qué. Pero iba a averiguarlo.

—¿Te sucede algo?— me solté bruscamente de su agarre y paré en seco. Hunter se dio media vuelta al ver que ya no caminaba con el y se acercó unos pasos a mi.

—No, no es nada— se limitó a contestar— solo que no me agrada que estés con Joe.

—Iba a decirme algo sobre ti...

—Nos quiere separar, Cat— me interrumpió— quiere estar contigo como hacía con todas mis novias. No confíes en él.

Me parecía raro lo que estaba diciendo. Y aunque tenga razón en que Joe solo quería estar conmigo por ser novia de Hunter, estaba segura que lo que me quería contar era verdad. El castaño actuaba muy extraño y nervioso, eso indicaba que estaba ocultándome algo.

—Hunter, habla— ordené— se que escondes algo, y si no me entero por ti, lo haré por alguien más y será peor.

Éste suspiró y se rascó la nunca. Pero entonces el timbre sonó, interrumpiendo nuestra conversación.

—Luego seguimos— se apresuró a decir y tras darme un beso en los labios se fue con el paso ligero a su próxima clase.

(...)

Estaba acostada en el sofá con la televisión encendida, aunque poca atención le prestaba. No había vuelto a ver a mi novio desde aquella conversación. Lo intenté llamar y no contestaba. Hace hora debía haber vuelto del instituto pero no había señal de él.

Sentí como la puerta se abría y entraba Hunter. Tenía los puños algo ensangrentados, un moretón al rededor del ojo y el labio cortado. Abrí los ojos como platos y me acerqué a él para observar sus lastimaduras más de cerca.

—Demonios, Hunter, ¿en que ye metiste?— lo tomé del rostro con ambas manos y examine el profundo corte que tenía el labio, que no dejaba de sangrar.

—Tengo que hablar contigo— dijo con los ojos humedecidos, pero esquivó mi mirada.

—Claro, dime— acepté.

Suspiró y empezó.

—Antes de todo, quiero decirte que te amo a ti, y nunca voy a dejar de hacerlo— aclaró, cosa que hacía que tenga aún más miedo ya que decir eso significaba que lo que seguía era malo— yo... besé a Kim...

Al oír eso sentí un nudo en la garganta, y no podía reaccionar. Sentía que si hablaba iba a comenzar a llorar y no quería eso, así que simplemente deje que siguiera.

—Casi me practica sexo oral...— continuó diciendo— pero frené todo. Nunca quise hacerlo, ella fue quien comenzó.

Las lagrimas ya habían comenzado a salir y no podía controlarlas, aunque las limpiaba constantemente con la palma de la mano.

—Mi intención nunca fue besarla, ella se lanzó hacia mi e intentó hacerme....

—Pero tu no la detuviste cuando te besó...— lo interrumpí con la voz quebrada, antes de que vuelva a decir que casi tiene sexo oral con Kim.

—No pude, estaba en shock— se excusó— apenas reaccioné lo primero que hice fue separarme.

—¿Cuando sucedió esto?

—Ayer, en el baño del restaurante.

Ahí me di cuenta de todo, y las lagrimas se multiplicaron.

—Eso era lo que quería decirme Joe...— le dije en casi un susurro— tú no ibas a decírmelo si él no me lo quería decir...

—Cat, escucha, yo...

—¡Me lo dijiste solo porque sino me enteraría por Joe!— exclamé enojada y dolida— y déjame adivinar... ¡tienes todas esas malditas lastimaduras porque fuiste y lo golpeaste!

El agachó la cabeza y no me miró, indicando que todas mis sospechas eran ciertas.

No podía creerlo.

—Cat...— pronunció con la voz quebrada y volvió a mirarme— te amo... perdóname.

—Hunter no es la primera vez que pasa— le recuerdo— no se si alguna vez serás capaz de cambiar.

—Juro que no quise— me tomó de las manos y me obligó a que lo mirara a los ojos— tú eres ella única chica que amé en verdad— sus ojos se humedecieron y una lagrima rebelde salió de su lagrimal— no puedes dejarme...

Me solté de su agarre con brusquedad.

—Solo necesito pensarlo...— me limite a contestar.

—Cat...

—Quiero estar sola.

Él no contestó más, simplemente dejó que subiera a mi cuarto. Y así lo hice. Me encerré allí por el resto del día.

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Hola! lamento que el capítulo haya sido corto y algo aburrido, ¡prometo que pronto habrá mejores!

Ojalá puedan ir y darle un vistazo a mi nueva novela y decirme que tal.

Ah, y... ¡FELIZ AÑO NUEVO ATRASADO!