027.

173K 10.2K 3.5K
                                    

—¿Quien rayos eres y por qué abrazas a mi novia?— dijo Hunter acercándose a Jacob.

—¡Cat tienes novio!

—Claro que no, él es un idiota, mi novio esta en mi casa de playa.

—Siguen sin decirme quien es este— interrumpió Hunter.

—Jacob es mi mejor amigo de pequeña, se mudó y perdimos el contacto— le expliqué brevemente— Y no entiendo como hiciste para reconocerme— dije sorprendida.

—Bueno, es difícil olvidar esa cara tan linda que tienes— contestó sonriente.

Sentí mis mejillas arder.

—Tu cambiaste mucho, eres irreconocible.

—¿Eso significa que estoy guapo o feo?

—Oigan, si quieren les consigo un telo— interrumpió Hunter.

—Ya vete— dije molesta.

—De acuerdo, y que conste que lo hago porque quiero y no porque me lo pides— me contestó y se dio media vuelta para irse.

—Hmm, terminarán juntos— me susurró al oído.

Simulé una arcada.

—¿Y qué tal todo?— preguntó— ¿Viniste aquí de visita o...?

—No en realidad, ahora vivo aquí, bueno, en realidad no en la playa, en la ciudad de LA.

—¿Y hace cuanto te mudaste?— dijo con curiosidad.

—No mucho, vine a comienzo de clases.

—¿Viniste con tus padres?

—No, estoy viviendo con mi hermano— hice una pausa— y sus 4 amigos mujeriegos.

Soltó una carcajada.

—Ya, en serio, ¿Con quien vives?

—¿No me crees?

—Hmm... nop.

—¿Y si te digo que vine a la playa con esos 5 simios?

—Tampoco.

Lo agarré de la mano y lo guié conmigo.

—¿A dónde vamos? No quiero morir tan joven— bromeó.

—A mi casa de playa, te lo mostraré, y de paso comeremos porque muero de hambre.

—Hmm, bien, yo también muero de hambre— le solté la mano y se puso a mi lado— ¿Aún hablas con Chloe?

—No— dije con tono de tristeza— le mande mensajes los primeros días, pero no me contestó ni uno. Es más, solo aparecía una palomita en WhatsApp, ni le llegaban.

—Oh, probablemente haya perdido el celular, o se le haya roto.

—Tal vez...

—Pero, tengo una buena noticia... o tal vez para ti sea una pesadilla.

—Dime.

—Estoy viviendo en LA.

Abrí los ojos como platos.

—¿¡En serio!?— esbocé una sonrisa de oreja a oreja.

—Si, e inc...— Jacob fue interrumpido por el sonido de su celular— aguarda un momento— me dijo y contestó la llamada— ¿Que quieres?...No... ¿Me estás haciendo una puta broma, verdad? ¡Te acostaste con otro!, no te voy a perdonar....No quiero nada contigo, ¡no me llames más, joder!— cortó.

Viviendo con playboysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora