044.

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Eran las 2 de la madrugada, Lydia y yo estábamos acostadas en mi cama con helado y palomitas de maíz viendo películas. Tal como lo predije, nos estábamos llevando muy bien.

—Oye, ¿el guapo vecino es tu novio?

La miré y solté una carcajada.

—No, claro que no.

—Yo creo que hacen linda pareja, ¿Ni siquiera se han besado?

—Bueno, tal vez nos hayamos besado— me puse colorada al instante.

Lydia rió.

—¿Cómo sabes de la existencia de Logan?— pregunté.

—Hunter hablaba mal de él con sus amigos en frente mío— soltó una carcajada— creo que esta celoso.

—¿De qué?

—De ti. ¿Has visto como te mira?

—Ay, por favor— me sonrojé— tu hermano es un mujeriego arrogante... sin ofender.

rió.

—Lo sé, pero muy en el fondo tiene sentimientos.

En verdad nunca imaginé a Hunter sintiendo algo por mi, y tampoco a mi sintiendo algo por él, pero ya dos personas me lo han dicho en un mismo día, lo cual era extraño.

—Oye, ¿y no hay algún chico dando vueltas atrás tuyo?— cambié de tema.

Se puso tan roja como un tomate al instante, eso claramente era un sí.

—No en realidad— dijo y la miré incrédula— Bueno tal vez, pero el me gusta a mi, no yo a él.

—¿Y como sabes que no? Eres muy linda y divertida, yo creo que también le debes gustar.

—Te aseguro que no, es el chico más popular del curso— suspiró— nunca se fijaría en mí.

—No digas eso, claro que se fijaría en ti, y si no lo hace él se lo pierde.

Sonrió.

Sonó mi celular, indicando que había llegado un mensaje. Lo tomé y aquel mensaje era de Logan, no pude evitar sonreír al leerlo. Decía: Quiero volver a besarte, eres tan hermosa. Descansa bien, princesa.

—¿Fue Logan, verdad?

—¿Cómo lo sabes?— conteste sonrojada.

—Soy bruja— bromeó.

Le contesté con un "Eres tan dulce, hasta mañana, que descanses" y bloqueé el celular.

—Vamos a dormir que mañana es un largo día— suspiré.

Asintió y tras apagar la televisión, ambas nos acostamos para conciliar el sueño.

Generalmente, antes de dormir suelo pensar en que tal estuvo el día o problemas de mi vida. Esta vez se me vinieron a la cabeza Hunter y Logan, el "triángulo amoroso". Tal vez, lo que dijeron Lydia y mi vecino era verdad y yo sentía algo por Hunter, pero por otro lado, Logan era un chico muy dulce y me trataba genial, a diferencia de Hunter.

Desde que llegué aquí y conocí al arrogante de Hunter, nunca creí que fuese a plantearme esto, que tal vez sienta algo por él, pero aquí estaba, con los ojos cerrados preguntándome si estaba o no enamorada de Hunter.

Lo primero que se me venía a la cabeza era que no, que no sentía ni un poco de amor por él. Desde que llegué no hizo más que tratarme mal, humillarme y molestarme, ¿Por qué debería sentir algo por él? Es guapo y lo acepto, pero eso no quita que es un idiota.

Era tarde y hora de dormir, así que saque todos esos pensamientos de mi cabeza para poder de una vez conciliar el sueño.

(...)

Me desperté por los rayos del sol entrando a través de la persiana, Lydia no estaba allí. Probablemente ya se haya despertado y esté desayunando o algo por el estilo.

Bajé porque mi estómago rugía y me topé con Logan sentado en el sofá, hablando con Hunter. Increíblemente no estaban matándose uno al otro.

¿Qué rayos hacia Logan aquí?

Ambos se dieron vuelta al notar mi presencia y me miraron de arriba a abajo. Ya era tarde cuando me di cuenta que tenía puesta una camiseta de Logan que dejo olvidada el día de la fiesta y ningún pantalón, claro estaba que la camiseta me cubría casi hasta la mitad del muslo pero aún así era vergonzoso.

—Te ves sexy con mi camiseta— Logan se levantó del sofá y me saludó con un beso en la mejilla.

—¿Qué haces aquí?— le pregunté a mi vecino, sonrojada ante su comentario.

—Quería invitarte a desayunar a algún lado, pero eres una dormilona.

Solté una carcajada.

—¿Y Lydia?— le pregunté a Hunter.

—Fue con nuestra madre a hacer algo para la fiesta, no sé exactamente que.

Me senté en el sofá y a mi lado se posicionó Logan, cubrí mis muslos con un almohadón.

—Debo irme, Cat— dijo Logan mirando su reloj— Hablamos mas tarde.

Asentí con la cabeza y sentí el impulso de darle un beso en los labios, pero la presencia de Hunter no lo permitía.

Le abrí la puerta y lo despedí con un beso, pero en la mejilla, cerca de la comisura de los labios.

—¿Así que ahora el vecino es tu novio?— pregunto Hunter en tono burlón.

—Pff, no.

—¿Cómo te llevaste con mi hermanita?— dijo como si se tratara de una niña de 5 años.

—Bien, es muy divertida. Aún no puedo creer que tenga tu misma sangre.

—Muy graciosa— dijo con sarcasmo.

Después de unos minutos en total silencio, bajaron Matt y Cole.

—¡Adivinen que!— gritó Cole eufórico.

Todos lo miramos, esperando que nos diga cuál era la grandiosa noticia.

—Hay una fiesta de Kim hoy— sonrió de oreja a oreja— Kim hace las mejores fiestas del mundo, tenemos que ir.

—¿Una fiesta un domingo por la noche?— pregunté confundida.

—Si, te juro son de las mejores— afirmó— el lunes estaremos un poco cansados porque no dormiremos en toda la noche pero vale la pena.

—No cuenten conmigo— dijo Hunter— Kim no me querrá allí. Corté con ella, debe odiarme.

—No seas idiota, ya hablé con ella— contestó Cole— está de acuerdo con que vengas tú, el problema es Cat. Cat, Kim te detesta.

—No iba a ir igual— dije sin darle importancia.

—Yo tampoco iré—se sumó Hunter— sería algo hipócrita.

Bueno al parecer hoy en la noche estaré sola con Hunter en la casa, nada va a salir bien de ahí. Mientras no crucemos muchas palabras estaremos vivos para cuando regresen, o eso creo.

Viviendo con playboysDove le storie prendono vita. Scoprilo ora