Viviendo con playboys

042.

Antes de comenzar, quiero decirles que cuando terminen de leer este capítulo vayan a leer mi nueva novela "playboys, apártense".

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Narra Cat

Me desperté por un fuerte dolor de cabeza que me impedía dormir. Gruñí con cansancio y me levanté de la cama.

Y el primer recuerdo que vino a mi mente de ayer a la noche fue cuando estuve punto de follar con Logan.

Si, a punto. No lo hicimos. Estábamos casi en eso pero Logan lo detuvo todo, me dijo que estaba borracha y probablemente me vaya a arrepentir en la mañana cuando despierte, entonces preferió dejarlo para algún momento en el que yo esté 100% consciente.

Me pareció tierno de su parte, cualquier idiota se hubiese aprovechado la situación de ebriedad de una mujer que no puede decir que no.

Sentí unos golpes en mi puerta.

—Pase— dije apenas audible con la voz ronca.

Era Hunter. Estaba serio y como de mal humor, seguro era por la resaca.

—Iremos a comprar algunas cosas, volveremos en un rato— me aviso sin poner un pie dentro de la habitación.

—De acuerdo.

—Trata de no invitar a follar de nuevo al vecino en esos minutos que no estamos.

Abrí los ojos como platos. Y la idea de que Hunter nos haya visto se me vino a la cabeza.

—¿Tú no...?

—Si follan con la puerta abierta, ¿qué quieren que haga? No soy ciego.

—¡No follamos!

—Si, claro— dijo con sarcasmo antes de cerrar la puerta para irse a hacer las compras.

(...)

Habían pasado un par de hora desde que desperté, yo seguía en mi cama usando el celular. La verdad es que el dolor de cabeza ya era muy fuerte como para bajar y tener que discutir con los simios.

Hablando con mis amigos, arreglamos que hoy nos juntaríamos en mi casa. No una fiesta, simplemente nosotros seis.

Eran las 6, y ellos vendrían a las 7 así que bajé a comer algo antes de que vinieran.

Como se costumbre, estaban allí los simios. Unos hablando y otros usando sus móviles.

—En una hora vienen mis amigos— dije mientras abría la heladera.

—¿Para?

—Para juntarnos.

No había nada en la heladera. ¿Qué no acaban de ir a hacer las compras? Abrí la alacena y saqué un paquete de galletas.

—¿Vendrá Jacob?— preguntó Luke, haciéndose el desinteresado.

—Claro.

—¿Podemos estar con ustedes?— dijo Luke, ya que quería estar con Jacob.

Rodé los ojos y asentí.

—Pero solo tu, porque me caes bien.

—Catherine, tengo que hablar seriamente contigo— dijo James como si fuera mi padre.

—¿Qué quieres?— pregunté.

—A solas.

Se levantó del sofá y me tomó de la mano para guiarme hacia la cocina.

Una vez allí, se cruzó de brazos y me miró con expresión seria.

—El vecino tiene como 40 años— soltó.

Rodé los ojos ante su exageración

—¿Y? ¿qué hice ahora?

—Te lo follaste.

—¿Y tu como sab...?... no me digas que el bocón de Hunter te lo dijo.

Voy a matar a ese imbécil.

—No importa quien me lo dijo. Estás en serios problemas.

—¡James es mi vida! Deja de controlar que hago o no en mi día a día.

—Cat, Logan tiene más de 20 años. Tu solo 17. Solo quiere sexo contigo, no va a valorarte como realmente te lo mereces.

—¡No he follado con el vecino! No sé que mierda habrá visto Hunter pero no hice nada. Y si no me crees me importa muy poco.

Dejé a James allí y caminé con el paso apresurado hasta donde se encontraba Hunter.

—¿Le dijiste a mi hermano que me follé al vecino?— grité en frente de todos. No me importó si el resto escuchaba.

Asintió con la cabeza. ¡Lo sabía! ¡Es un idiota!

—¿Por qué lo hiciste?— me acerqué a él peligrosamente.

Se quedó callado, como si no estuviera muy atento a lo que le había dicho. Como si su mente estuviera enfocada en otra cosa.

Bufé y me senté en el sofá.

—Saldré a caminar un rato— dijo por fin Hunter, ignorando totalmente mi pregunta.

Se puso una chaqueta de cuero que estaba apoyada sobre la mesa y se levantó dispuesto a irse.

(...)

Estábamos todos sentados en ronda en la sala. Incluido los simios, que después de insistir un buen rato accedimos a que pasen la madrugada junto a mis amigos y yo. Aunque Hunter no había regresado de su caminata así que no se encontraba entre nosotros. También había invitado a Logan, cosa que a James no le agrado mucho, pero como la reunión era mía, accedió.

—¿Y si jugamos verdad o reto?— propuso Chloe.

—¡Si!

—O mejor el juego de la botella— dijo Jacob.

—Voto por ese— dije.

Terminaron accediendo todos a jugar el juego con envase de cerveza vacío. El juego consistía en colocar la botella en el medio de la ronda y girarla, los dos entre los que se quede quiero, deberían besarse. Arreglamos que sería un beso normal. No mucho tiempo y sin lengua.

James comenzó girando la botella aunque no afectaba mucho al juego quien fuese el que lo hiciera, tal vez solo la intensidad o rapidez con la que gire. La botella desaceleraba cada vez más, estaba a punto de detenerse hasta que el momento llegó y el envase dejó de girar. Suspiré aliviada porque no haya parado sobre mí y levante la vista para ver quienes dos tenían que darse un gran beso. Eran Jacob y Luke. Quienes al cruzar miradas, se sonrojaron.

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Perdón porque el capítulo haya sido un poco corto pero es que no encuentro mucha inspiración. De igual manera, espero que lo disfruten.