014.

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Mire a Hunter con una expresión de tristeza en el rostro, claramente no quería hacerle notar que lo que dijo me había dolido pero no podía, se me hace difícil ocultar mis emociones.

—Creo que metiste la pata— dijo Matt rodeando mi cuello con su brazo.

—No quería decir eso...— dijo Hunter.

—Pero lo dijiste— lo interrumpí— e hiciste lo correcto, dijiste la verdad, Kim es más guapa.

—Yo creo que tu eres más sexy— dijo Matt.

—Bueno, yo creo que tu— señalé a Matt— eres más atractivo que Hunter.

Este abrió los ojos como platos ofendido.

—Bueno entonces, absolutamente todo lo que dije es cierto. Eres un feo gnomo y no le llegas a Kim ni a los talones— se defendió el castaño.

Auch, eso dolió. Idiota.

—¿Ah si? Bueno pues tu opinión me la paso bien por el coño. Y me alegra no parecerle atractiva a un idiota como tú— dije enojada.

—No le pareces atractiva a nadie, gnomo.

—A mi si— dijo Matt.

Si media vuelta y sin pensarlo dos veces agarre a Matt del cuello y lo besé.

—Puta— susurró Hunter.

Me separé de Matt y mire al idiota que acababa de llamarme puta.

—No me ofende que me llames así, idiota. Mujer puta es la que trabaja...

—Tienes razón, no eres puta porque no cobras, tú te regalas— dijo Hunter.

Abrí los ojos como platos.

—¿A mi me dices regalada? Por favor, si te follas a cinco mujeres por día, no me hagas reír— dije.

—Si pero yo soy hombre.

—Eres un machista— lo fulminé con la mirada y fui a mi cuarto enojada.

•Narra Hunter•

Cuando Matt y Cat se besaron, una sensación extraña recorrió mi cuerpo. No lo sé se sentía como ¿envidia? O tal vez ¿celos? Peor por qué rayos sentiría celos yo, si no me gusta Cat en absoluto, es una niña inmadura. Tengo a Kim que me complace un millón de veces mejor de lo que haría Cat.

Me salió llámela puta, no fue a propósito y a decir verdad creí que se enojaría y me daría una cachetada como hacen muchas. Pero no, sino que se defendió en forma verbal que es mucho mejor, creo.

(...)

Salí de mi habitación porque tenía hambre. Baje a la cocina y comencé a hurgar en la heladera. No había nada rico. Aparentemente vivo con chicos sin papilas gustativas.

Subí las escaleras y me dirigí al cuarto de Cat para ver si me puede cocinar algo rico. Por el poco tiempo que ha estado acá puedo asegurar que la que mejor cocina de la casa, o por lo menos no quema todo en el intento.

Toqué la puerta para no encontrármela desnuda como había sucedido cuando apenas llegó... aunque verla desnuda no sería tan... ¡Hunter cállate!

Nadie contestó así que volví a hacerlo pero tampoco obtuve respuesta.

A la mierda todo, voy a entrar. Si esta desnuda no va a ser nada que no haya visto antes.

Giré el picaporte y abrí la puerta, no estaba desnuda, estaba durmiendo.

Me acerqué a su cama y me senté a su lado para despertarla. Mire su rostro, debo aceptar que es linda, no es fea como suelo decir. Es tan tierna cuando duerme, podría despertarme todas las mañanas con una chica así a mi lado. Acaricie su cabello suavemente e involuntariamente sonreí como un bobo al ver su tierno rostro.

Viviendo con playboysWhere stories live. Discover now