Yo sé que sos viento,
mar
y pájaropor eso perdoná si alguna vez
quise encerrarte en una jaula
privándote de volar,
sólo por querer escucharte cantar para mí
todas las mañanas
o admirar más de cerca
tus alas incandescentes.
por querer acariciar tus plumas azules
y tenerte en mis manos,
sin darme cuenta de que los pájarosno están hechos para eso
no están hechos para no ser libresperdoná si alguna vez estando entre mis rejas
(que eran de oro y plata, pero eran rejas)
miraste al cielo con infinito anhelo
y plegaste tus alas con resignación,
mientras yo te miraba sin entender
por qué parecías tan triste,
por qué ya no cantabas.
es que me olvidé de que los pájarosno están hechos para eso
no están hechos para no volarperdoná si alguna vez te aferré
demasiado fuerte entre mis brazos,
pidiéndote que por favor me cantaras
una canción de amor más.
cómo ibas a tener ganas de cantar
si estabas entre mis rejas,
entre mis rejas de plata y oro,
que no te dejaban llegar al cielo.
es que no me acordé de que los pájarosno están hechos para eso
no están hechos para las jaulasperdoná cuando esa vez te liberé,
pero ya habías pasado demasiado tiempo sin el cielo
y te habías olvidado
de cómo tenías que volar.
me miraste, impotente,
y comprendí que los pájarosno están hechos para mí
YOU ARE READING
Lo que nunca pude decirte
PoetryAcá están. Todos los poemas que inspiraste en mí, pero que jamás viste. Tus ojos de mar siempre fueron mi mejor musa. Quizás yo fui muy cobarde como para mostrarte mis escritos, o en realidad quizás nunca te importé lo suficiente. Pero acá están...