XXXI. Vendajes

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Sé que esta noche me va a sangrar la herida
y que voy a tener que cambiar los vendajes
de nuevo tus ojos se infiltraron en mi guarida
de nuevo mis lobos se hicieron salvajes
y una vez más me dolió tu partida
pero ya recordé que no tenés anclajes
tu barco es un velero flotando a la deriva
mi amor es una botella en el mar con un mensaje
me pregunto si después de vos existe la vida
o si todo esto es sólo una especie de chantaje
porque estoy cansada de no encontrar la salida
y de que ya no formes parte de mi paisaje
y no pienses que superé tu despedida
la sonrisa en mi rostro es sólo camuflaje
todavía no consigo no sentirme perdida
pero a lo lejos te observo, oculta en el follaje
porque mirarte a los ojos es un acto suicida
pero para no mirarte me falta el coraje
y a pesar de que intento no ser consumida
tus sonrisas son balas que rompen mi blindaje
tus miradas tienen fama de ser homicidas
de todas las palabras que componen mi lenguaje
antes tus besos me daban la bienvenida
nuestros cuerpos encajaban mejor que engranajes
ahora esos recuerdos son una estampida
anclados en mi mente como tatuajes
de vez en cuando me dan una embestida
para recordarme que todavía existe el vasallaje
porque tu boca es la señora feudal de mis recaídas
y tus manos son peces que nadan en mi oleaje
así que no te olvides de darme mi medicina
traeme el botiquín, está atrás de tu equipaje
porque sé que esta noche me va a sangrar la herida
y que voy a tener que cambiar los vendajes
pero no atrevas a decir que la culpa es mía
vos fuiste el que ejecutó todo este sabotaje

Lo que nunca pude decirteWhere stories live. Discover now