LXXIII. Me hiciste inmortal

22 0 0
                                    

Supongo que debería darte las gracias:
me lastimaste y lloré inspiración
me desgarraste y de mis heridas
manaron escritos y otoños
me apuñalaste y sangré palabras

cumpliste tu trabajo de musa
a la perfección
y cuando lo terminaste me destruiste
para que no pudiera escribirle
a nadie más
los mismos versos que di a luz
a través de tus ojos
gritando de dolor
y éxtasis

ahora tengo nuevas cicatrices
gracias a vos
-no pude volver ilesa de tu guerra
perdí demasiadas batallas-
y heridas que siguen sangrando
al compás de tus apariciones
pero van a sanar pronto
esta vez llevo vendajes
esta vez no voy a desangrarme

me templaste como una espada
al rojo vivo de tus mentiras
me endureciste como una coraza
a prueba de tus proyectiles
me enseñaste a protegerme
de tus miradas oceánicas
tan certeras y letales como flechas
y de tus sonrisas angelicales
tan ágiles y violentas como balas

me hiciste sentir viva
por primera vez en mucho tiempo
me electrizaste por dentro y por fuera
-un rayo en mitad de mi noche-
me devolviste las ganas de escribir
pero también me devolviste mi locura
y me mandaste de vuelta a este infierno
al que yo misma me condené hace tiempo

me rompiste y me corrompiste
me mentiste y me desmentiste
me doblaste y me doblegaste
pero aún así supongo
que debería darte las gracias:
si lo que no te mata te hace más fuerte
me hiciste inmortal

Lo que nunca pude decirteWhere stories live. Discover now