Vení
salvame
de esta oscuridad
que se me cortó la luz
que no sé cuándo va a volversacame de este quilombo
de este enredo que son mis días ahoraestoy cansada de contar calorías
sumar restar multiplicar
a cada momento
a cada minuto
y después matarme de hambre
y después matarme a ejerciciosestoy cansada de discutir con esta gente
estos casi desconocidos que dicen ser mi familia
pero algo adentro mío duda
-discrepa-
me advierte que la familia
debería ser algo más que sólo sangre
debería implicar más
debería ser otra cosa
debería ser algo más que sólo un árbol genealógico
un quién parió a quién
un quién engendró a quiénestoy cansada de estar cansada de mí misma
y de todo el mundo a mi alrededor
porque todos me confunden
todo me da vueltas
yo sólo quiero quererme
de verdad
sólo quiero aprender a no odiarmeestoy cansada de vos
de que no salgas de mi cabeza ni un segundo
de encontrarte en todos los putos lugares a los que voy
en todas las putas personas
en todas las putas canciones
estoy cansada de no poder olvidarte
y también estoy cansada de intentar hacerlo
y de no intentar y quedarme de brazos cruzados esperando
y de que nadie te pueda igualar
(ya ni siquiera pienso en superar)nadie
nadie me hace sentir ni una mínima parte de lo que me hacías sentir vos federico
y no entiendo por quéojalá vinieras
y me salvaras
y me iluminaras un poco
que todavía no vuelve la luz
que no sé cuándo va a volveres irónico porque sos el último
al que le contaría todo esto ahora
pero sos el único
que me podría sacar
de esta ruina en la que me convertí
desde que te fuistey tengo que aclarar:
no porque te fuiste
sólo desde
sólo desde ese momento
y no a causa de ese momento
-no son la misma cosa-esto iba a pasar de cualquier forma
vos sólo fuiste un atardecer
me diste la luz y después me la quitaste
pero en realidad siempre estuve a oscurassiempre termino volviendo a la oscuridad
a pesar de que sé perfectamente
dónde están las velas
YOU ARE READING
Lo que nunca pude decirte
PoéziaAcá están. Todos los poemas que inspiraste en mí, pero que jamás viste. Tus ojos de mar siempre fueron mi mejor musa. Quizás yo fui muy cobarde como para mostrarte mis escritos, o en realidad quizás nunca te importé lo suficiente. Pero acá están...