The Slytherin Method - ArtemisLiCa

Capítulo 26.- Lesiones

Harry y Severus siguieron el pulso de la magia hasta una pared desnuda en un rincón oscuro. Mientras Severus trabajaba tratando de identificar las barreras sin usar los hechizos de detección más comunes y trataba de no activar ninguna barrera en el proceso, Harry buscaba algo relacionado con las serpientes. Pensó que podrían obtener acceso al sitio de creación de una manera similar a cómo pudo ingresar a la Cámara de los Secretos. Si Voldemort usaba Pársel para proteger la información sobre los sitios de creación, no había ninguna razón para no volver a usarlo para evitar que otros accedieran al sitio en primer lugar.

Cuando Severus dio un paso atrás, Harry notó que una imagen de una serpiente parecía quemada en la base a lo largo del tramo de la pared por la que podían sentir que venía la magia. Inclinándose para ver más de cerca, Harry decidió que no podía hacer daño probar Pársel—¡Abre! —Tuvo que saltar hacia atrás para evitar ser golpeado cuando la pared se abrió rápidamente.

>> ¡Bueno, eso fue fácil! —Dijo Harry sorprendido.

—Teniendo en cuenta algunas de las barreras que pude desmantelar, te aseguro que no fue así—Severus arrastró las palabras antes de dirigirse a la puerta recién creada.

Teniendo en cuenta que habían visto el sitio de creación en la Cámara de los Secretos, deberían haber sabido qué esperar, y sin embargo a primera vista, Harry tuvo que luchar contra la bilis que se elevaba en la parte posterior de su garganta. Miraron hacia una habitación que parecía estar hecha de piedra. Las paredes y el piso estaban cubiertos de símbolos mágicos y diagramas. A un lado había filas de estantes encima de una larga mesa de madera. Contra la pared opuesta había estanterías, la mayoría vacías. En el centro de la habitación, en el piso, había un diagrama circular dibujado en una sustancia negra en el centro de la cual había varias manchas grandes de sangre y partes de un esqueleto. La persona asesinada para crear este horrocrux no murió fácilmente.

Harry tomó varias respiraciones profundas y miró a Severus. La cara de Severus era inexpresiva y fría. Harry tragó saliva y por un breve instante presionó su rostro contra el hombro de Severus. Luego se enderezó y apartó tanto de su disgusto, horror y repulsión como pudo.

Entró en la habitación y buscó la manera de encender las velas. Moviéndose con cuidado y tratando de no perturbar nada, Harry vio una caja de fósforos sobre la mesa de madera. Severus estaba examinando la habitación e intentando encontrar y desmantelar las barreras. Harry se encogió de hombros y agarró las cerillas. Severus miró a tiempo para ver a Harry extender la mano. Corrió hacia Harry, gritando—¡NO! —.

La mano de Harry rozó la caja de fósforos cuando Severus lo derribó al piso. Hubo un destello de luz y luego las llamas se dispararon en el aire donde Harry había estado parado un momento antes.

Harry yacía en el duro y frío piso debajo de Severus e intentó recuperar el aliento. Suponía que podía culpar a la llamada y al tacleo por su estado sin aliento, pero Harry había tenido demasiados "encuentros cercanos" para estar realmente preocupado por uno más. Todo a lo que había sobrevivido no fue un gran problema. Cualquier cosa de la que saliera sin lesiones no era nada en absoluto. Y aunque el tacleo podría haber tenido la culpa, Harry había logrado apoderarse de algo de su peso en sus manos y así logró no dejarse sin aliento.

No, era la sensación del cuerpo de Severus presionando contra el suyo lo que lo tenía sin aliento. Ese pecho bien definido apretado contra su espalda, esas piernas delgadas enredadas con las suyas. Harry se estremeció, y no a causa del frío. Las caderas de Severus se presionaron contra las de él y, Harry se movió un poco, sí, Severus parecía estar disfrutando tanto de esta posición como Harry.

>> ¿Estás bien? —La voz oscura de Severus era áspera y Harry se estremeció de nuevo. Entonces Harry estaba tratando con el último tormento. Esas manos, esas manos perversas y pecaminosas con las que Harry estaba obsesionado, comenzaron a acariciar su cuerpo. Harry trató de contenerse, pero cuando esas manos acariciaron lentamente sus costados, gimió.