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Mi casillero se cerró de una manera brusca, una mano lo provocó y no había sido la mía. Maldije por lo bajo, ya sabía de quien se trataba.

—Hola Emma —me di la vuelta—, hiciste lo que te pedí.

Con mi madre en el hospital lo olvidé.

—Me olvidé de hacerlo —contesté y bajé la mirada. No podía seguir así, tenía que mostrar que no me afectaba. O me comerían viva.

—Solo te pedí una cosa ... y no pudiste hacerla —nada era bueno, ahora—. Lo debí esperar de una inútil como tu —se acercó más a mi y me arrebató mi libro de tareas.

¿Inútil? Acaso no se fijo que ella me está pidiendo que realice su tarea de español. Creo que había tres cosas fáciles en esta vida, parpadear, respirar y la maldita clase de español.

—Lidia no —unos brazos tomaron los mios. Traté de soltarme pero me era imposible, esa chica era más fuerte que yo.

—Si no tengo mi tarea creo que lo más justo sería que tú tampoco la tengas —ojeó el cuaderno y arrancó las 3 ultimas hojas que estaban escritas.

—Eres una... —se me acercó peligrosamente.

—Es solo tarea Emma —con sus dedos golpeó mi frente —. Espero que te entre en esta cabeza, que era un trato y tú no lo cumpliste.

—Empieza a hacer las cosas tu —ella rió cínicamente y me escupió en la cara —. O eres demasiado estúpida para realizar algo por ti sola

Apreté los labios, y vi su ceño fruncirse. Una extraña sonrisa se formó en mis labios.

—Estúpida cerda —sentí como me soltaron.

3 años después.

—Foto —mi padre salió corriendo y me posiciono al lado de mi auto.

—Papá —rodé los ojos.

—Por favor —sonreí y el soltó el flash—. Te ves hermosa.

—Si claro con mi ropa deportiva —abrí el baul del auto y puse mi bolso.

—No puedo creer que ya tengas 18.

—No es para tanto —comenté, mi cumpleaños había sido ya hace algunas semanas, algo muy íntimo. No éramos más de 10 personas en una casa demasiada grande para dos.

—No te veré en 5 días —dijo algo triste, sabía que odiaba estar solo pero quería que me divirtiera y este campamento para el era el mejor plan. Aunque yo no estaba del todo contenta por asistir.

—Será peor en la universidad —entré al auto—. Ya sabes el plan, agradece que acepté la propuesta... ¿Ya es tarde para que me arrepienta?

—Te divertirás, y capaz hagas mas amigos —rodé los ojos, yo rodaba mucho los ojos.

—Pronto estaré  de nuevo —saludé con mi mano y arranqué dejandolo atrás.

El era el hombre más fuerte del mundo  y estaba agradecida de tenerlo como padre, después de lo de mi madre el era mi única familia.

Conduje hasta la escuela, tratando de imaginar como sería este campamento, como haría para aguantar a Lidia y sus amigas, tal vez podría divertirme sin pensar en ella y su estúpido grupo de amigas. Sin que me molestara o pensara que estoy perdidamente enamorada de su novio.

Entré al estacionamiento de la escuela y estacioné el auto, salí y me dirigí al baúl.

—Hola Emma —la voz provenía de la derecha, me giré y me encontré con nada más y nada menos que Centineo.

Soñemos un poco - Noah Centineo (COMPLETA)Where stories live. Discover now