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Llegamos a la entrada del gimnasio y sentí mi cuerpo temblar, la noche era algo fresca pero también era la temperatura perfecta. En estas situaciones me apoyaría en Melanie, pero no la vi al salir del estacionamiento. Esto era una prueba de mi cordura, había un nudo que se estaba instalando en mi garganta y no creía que iba a desaparecer.

—¿Lista? —preguntó Noah y yo asentí.

Noah juntó nuestras manos y los dos abrimos las puertas plegables del establecimiento. Nunca pensé que el gimnasio se vería tan bien, estaba todo ambientado con una bola de disco gigante girando sobre nuestras cabezas, del techo colgaban estrellas, las gradas habían sido tapadas por una tela azul oscura, había mesas por doquier y una pista de baile en el centro, los aperitivos se encontraban en el centro, pude ver un par de fotógrafos acercarse a las parejas más lindas de la noche y lanzar un flash en su dirección. El DJ había sido ubicado en una tarima al final del salón y se estaba diviertiendo más que cualquier persona en el lugar.

Pero mi asombro fue tan grande como el de las personas a mi alrededor. Trate de mantener la compostura junto a Noah, él se notaba tranquilo, nada de esto lo inquietaba. Yo estaba muriéndome por dentro. Apreté su mano y él las agarró más fuerte. Tenía que escapar, era una situación muy abrumadora. Me sentía expuesta. Esto ya lo vi venir. El ambiente era tan fresco como un bosque pero a mi me rodeaba una nube de mierda.

—Mira, allá está Mel —nos detuvimos en nuestro andar. Noah apuntó a mi amiga, que se encontraba acomodando el traje de Mike.

Gracias al cielo. Melanie llevaba puesto un vestido dorado pegado a su cuerpo, tenía la espalda descubierta y su pelo atado en un rodete despeinado. Resaltaba demasiado bien sus curvas y si no fuera mi amiga la envidiaría con cada célula

Mike era un chico más alto que Mel, tal vez le llevaba 2 cabezas. Era tez oscura, ojos color marrones y cabello color chocolate, tenía una sonrisa muy cálida y facciones bien definidas. Era todo un chico apuesto.

—Al fin te encuentro —dije hablándole a mi amiga.

—¡Emma! —Mel se dio vuelta y me miró— Por Dios Oye... yo... wow.

—Es lo que pensé yo —acotó Noah.

—Estamos en nuestro baile de graduación —dije casi sin creerlo—, y lo que menos pensé es que todas las malditas caras estarían en mi.

—Estamos en nuestro baile —me tomó de los hombros—, así que cálmate. Todos te están viendo porque estas hermosa, nadie pensó que Emma Smith es una jodida modelo.

—No es gracioso Melanie

—En ningún momento me he reído —acomode un poco mi cabello—, no dejare que tu te dejes arruinar la fiesta.

—No creo que pueda —miré a Noah, se encontraba hablando con Mike muy animadamente.

—Si podrás, siempre haz podido Emma —acomodó su vestido—, y esta noche no será la excepción.

—Vamos por algo de comida —Noah volvió y me ofreció su mano.

—Vayan, yo y el chico apuesto de atrás iremos a sacarnos un par de fotos —acotó mi amiga—, ¡Mike! mueve.

—Si, vamos —reí y tomé la mano de Noah.

Con nuestras manos entrelazadas y mi no confianza, nos dirigimos hacia la mesa de aperitivos. La personas dejaron de dirigirnos la mirada cuando me acerqué a Mel, y agradecí en lo más profundo de mi ser que eso haya pasado. Pero ahora, la sensación de nerviosismos se instaló en mi estomago.

—¿Te encuentras bien? —miré la cantidad de comida que había y tomé un plato—. Smith.

—Si.

Soñemos un poco - Noah Centineo (COMPLETA)Where stories live. Discover now