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— ¡Espera espera! ¡¿Más de ocho horas juntos y ni siquiera se besaron?!— salí de mi baño ya desmaquillada y con mi pillama puesto.

—¿Qué importa? —me desarmé el peinado y sacudí la cabeza.

—No puedo creer que te perdieras el baile —Mel se cruzó de brazos—. Al menos entre Mike y yo si hubo acción.

—Melanie —la miré— ¿Tu sabes lo del auto de Lidia?— ella me dio la espalda.

—Si bueno...salió mejor de lo planeado —me quedé inmóvil, incapaz de articular alguna palabra o decir algo.

Melanie, una alumna como cualquier otra ¿había hablado a fondo de ella? no lo creo. Bueno, era mi mejor amiga desde la primaria, tenía muy buenas calificaciones, sus notas no eran sobresalientes pero nunca la vi reprobar un solo examen desde que la conozco. Tiene una fila de chicos, ¿cómo no? morocha, alta con unos ojos color negro que hechizan a cualquiera, curvas de infarto, y una personalidad abrazadora. Era una persona que sabía juzgar a los demás con gran interés en sus palabras, nunca tuvo novio, nunca, ya ven mi gran emoción al saber que lo intentará con Mike. Ella sabe a qué chico elegir, a cual soltar y a cual ignorar. Pero nunca, nunca hizo algo ilegal, se que todos piensan que lo hizo por su actitud despreocupada, pero créanme, que nunca hizo nada ilegal.

—Melanie ¿sabes en el lío en que nos metiste?

—No pasará nada Emma, sabes como es Lidia, antes muerta que confesar lo que hizo contigo —en eso tenía razón—. Mañana seguro le llega otro auto.

—Te mataré, mi papá esta como loco por todo esto... y tú vienes y haces lo que fuera que hiciste —pensé un segundo— ¿Metiste a Mike?

— El fue el de la idea —se dio vuelta— Estabas tan feliz en el campamento, y ver lo qué Lidia provocó... ¡POR DIOS ES LA PRIMERA VEZ QUE RECIBE UN MALDITO CASTIGO! Puta niña mimada.

—Después hablamos ahora estoy cansada y quiero dormir —me metí en la cama y ella se paró de la silla que estaba en el escritorio.

—Un segundo —rodé los ojos.

—¿Qué? —dije con una almohada contra mi cara

—Te vi hablando con Noah apenas entramos— se sentó al lado mío—. Después de que te fueras me pregunto si te había visto.

—¡¿Qué?! —la miré, ¿le preguntó si me había visto? ¿enserio hizo eso? Se suponía que si no llegaba al campus en un tal horario me tenía que olvidar de él y de todo lo que había pasado—. Obviamente le dije no sabía donde estabas —contestó— ¿Porqué te fuiste?

—Mel, te explicaré todo esta noche —ella asintió—, necesito dormir, enserio.

—Esta bien, nos vemos —dijo y se fue de mi habitación.

Apagué la luz de mi velador dejando toda mi habitación a oscuras, algo que odiaba al dormir era que la luz me pegara de frente a la cara y por suerte mi padre había hecho una buena inversión en unas persianas que no dejaban pasar ni un solo rayito de luz solar.

Me di vuelta quedando sobre mi costado izquierdo y cerré los ojos, pero en vez de ver total oscuridad, solo estaba Noah, sonriendo y hablando. Abrí los ojos y me los refregué, como era posible que preguntara por mi después de lo qué pasó, de que basicamente nos teniamos que olvidar de todo y hacer como si nunca hubiera pasado nada. Sentí que estaba apunto de llorar pero el cansancio me ganó, y cuando cerré los ojos lo vi, pero esta vez no los abrí porque al fin y al cabo el me hacia bien de la peor manera, pero me hacia bien.

~

Me desperté porque alguien abrió mi puerta, me di la vuelta y vi a mi padre entrar con una bandeja a la habitación, se sentó al lado mío y acaricio mi cabello.

Soñemos un poco - Noah Centineo (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora