13

2.9K 125 2
                                    

Respiré ondo, y puse mis manos en mis piernas ya me que se estaban moviendo de manera agitada y eso me ponía más nerviosa. Me sequé las lágrimas y luego saqué el celular de mi bolsillo, tenia muchos mensajes de Melanie preguntándome donde estaba.

Me levanté de la tapa del inodoro y salí del cubículo individual acercándome al espejo y abriendo el grifo, esperando que el agua se llevara la amargura que tenía encima y disimulara un poco mis ojos hinchados y rojos, me sentía una completa idiota por no quedarme en casa y desobedecer a mi padre, pero me sentía peor al saber que Noah había hecho de mi lo que él quería, de todos los chicos que existía el me había hecho sentir extraña aunque escondiera mis sentimientos por miedo a lo que estoy pasando justo ahora.

—Ahí estas —me exalté un poco y cerré el agua—. Encontré un vestido que te encantara —se acercó más a mi y me miro por el espejo— ¿Lo viste verdad? —asentí y sacudí mis manos.

—Me dijo que me explicaría todo después del baile ¿qué mierda me tiene que explicar? —Mel bajó la mirada, pero no sabía si era por lastima o culpa— ¿No entiendo nada de lo que está sucediendo?

—Yo... pensé que el —la interrumpí.

—Déjalo ahí Melanie, si tengo que comprar un estúpido vestido para un estúpido baile, y así olvidarme de él... lo haré —ella hizo media sonrisa y yo igual—. Vamos.

—No te enojarás si te digo que Mike me invito al baile —salimos del baño—. Pero no le contesté, si es que tú quieres ir conmigo, no tendré problema —sonreí y negué.

—Ve con el, seguro habrá alguien que quiera una función gratis viendo mis senos —ella me golpeo.

—Vamos —tomó mi mano y me hizo entrar a una tienda donde estaba llena de vestido hermosos.

—Wow —fue lo único que pude modular, no me consideraba amantes de los vestidos pero lo que había frente a mis ojos me dejaba impresionada.

—Recuerdas esa vez que estábamos viendo la alfombra roja y Camila Cabello llevaba un vestido bordo hermoso, que te encantó— asentí, luego ella me dejó una bolsa en las manos—. No es el mismo pero es parecido.

—No juegues —abrí la bolsa y saqué la gran tela, mis ojos se abrieron de una manera inhumana mientras veía cada detalle del hermoso vestido—. No puede ser —reí y abracé a Melanie—. Dormiré con esto puesto.

—Pruébatelo —asentí y caminé hacia los probadores.

Mi sonrisa cada vez era más grande y la idea de poder ponerme este vestido crecía a medida que me acercaba a los probadores. Al llegar a uno abrí la gran cortina y dejé mi bolso a un costado, luego me descambié y me metí dentro del vestido, estaba ansiosa y agitada por toda la emoción que cargaba.

—Mel —me miré al espejo.

—¿Si? —ella se asomó y sonrió.

—Súbeme el cierre —asintió y se puso detrás mío, subió el cierre y yo pude apreciarme más dentro de esta gran tela.

—Eres hermosa amiga —sonreí y salí del probador.

—Iré a buscar tacones —asentí y me paré frente a un gran espejo observando cada detalle del vestido y sonriendo al mismo tiempo.

—Buena elección de vestido —mi cara gesticuló una mueca fea al escuchar esa voz.

—Pensé que no te vería hasta el baile —miré a Lidia que estaba a mi costado izquierdo, con un vestido rosa salmón corto.

—Es bueno que hallas elegido ese largo... ya sabes para tapar la celulitis, pero aquí entre nosotras, tendrías que cuidarte más en el campamento se te vio toda —me guiñó y yo apreté los dientes.

—Así como se te vio a ti los celos porque Noah estaba conmigo y no contigo.

—Si bueno, ya sabes con quien ira al baile ¿cierto? —entre abrí la boca para decir algo pero luego la cerré.

—Acá te los traje —Melanie dejó los tacones frente al piso y luego miró a Lidia.

—Es bueno saber cómo algunas chicas lidian con las depresiones después de una ruptura— me coloqué los tacones—. Oh espera, nunca tuvieron nada ustedes y Noah... o eso fue lo que me dijo ayer al invitarme al baile —Lidia entró a su probador y cerró las cortinas dejándonos a mi y al Melanie frente al gran espejo.

— ¿El la invitó ayer? —le susurré a Mel.

—No lo creo, Lidia y tú ya se habían ido del campamento al menos que se hubieran mensajeado esa noche —susurró Mel—. Pero no lo creo, Noah estaba demasiado molesto con Lidia por lo que te hizo en el lago.

—¿Entonces cuando te dijo que la invitaría?— me sentía una estúpida, sino me equivocaba Noah me había invitado al baile cuando ya había invitado a Lidia.

—Esta mañana al llegar el autobús que nos trajo de vuelta —pues posiblemente había venido a mi casa y me había invitado a mi para luego ir a la casa de Lidia e invitarla a ella, o incluso al revés—. No quiero que hablemos más de Noah ni de Lidia, ahora es tu momento.

Asentí y me miré al espejo, esperando que una respuesta coherente de lo que había hecho Noah apareciera en mi cabeza. Una parte de mi decía que él no lo había hecho apropósito y otra parte me decía que él había estado planeando todo esto desde el primer día, incluso lo del lago, no era coincidencia haber estado con él y que justo su ex novia halla cortado la tira de mi sostén. Pero lo que era seguro en esta situación, es que él me había hecho daño, porque en menos de 4 días me había hecho sentir cosas que nadie me hizo sentir.

Me examiné de arriba abajo y luego sonreí, no sabía que buscar un vestido iba a ser tan fácil.

—Es este —dije riendo y luego Mel sonrió.

—Menos mal, porque si tú no te lo comprabas lo haría yo —contestó.

Soñemos un poco - Noah Centineo (COMPLETA)Where stories live. Discover now