Soñemos un poco - Noah Centineo (COMPLETA)

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— ¿Lista?— Noah apagó el motor del auto y me miró. Se veía tan bien con un pantalón chupin negro y una remera blanca decorada con un saco color azul—. Pase lo que pase, nos apoyaremos.

—Así es —él se acercó a mi y me besó, de una manera que me tranquilizó y al mismo tiempo activó todos mis sentidos. La ventana al lado mío fue golpeada y los dos nos separamos de manera brusca.

—Sal maldita zorra —Mel estaba vestida con un pantalón ajustado color pastel y tenía una remera color negra algo suelta. Llevaba una campera blanca y una sonrisa de oreja a oreja.

—Eres una idiota —salí del auto y las dos nos abrasamos—. Esto esta pasado.

—Si cariño y gracias a mi —me separé—. Hola Noah.

—Hola Ramírez —chocaron los cinco y me miraron.

Mike llegó unos pocos minutos después y luego partimos camino hacia la preparatoria. Antes de entrar Noah tomó mi mano y me regaló una leve sonrisa a cual yo respondí cálidamente.

Los estudiantes de último año estaban exaltados, luego de un campamento fallido, un video divulgado, una casi violación y unas peleas, lo menos que podían hacer era alterarse. Todos charlaban de manera nerviosa y eso me descolocaba un poco. Sabía que entre nosotros había alguien o algunos que no pasarían los exámenes y tendría que repetir un curso.

—Emma —Mel me llamó y apunto al final del pasillo—. Por lo que se, los expulsaron y no se donde tendrán que rendir los exámenes.

Jacob Mars y Steve Lincon caminaban hacia nosotros, con una mirada que podría matar con solo observar. Todo parecía en cámara lenta, los dos estaban hechos mierda, pero Jacob llevaba la delantera. Retrocedí apretando la mano izquierda de Noah, el pasó su otra mano por detrás de él y agarró la mia, para que yo lo rodeara por su espalda y pasara a su lado derecho

—Hijos de puta —dijo Mike colocándose al lado de Noah y ellos pasaron lanzaron una mirada que no logré descifrar— ¿Que miran idiotas?

Los dos salieron del establecimiento y cuando volví mi vista al frente todos me miraban a mi y a Noah, Mel me palmeó la espalda y seguimos caminando hacia donde se supone que están los resultados.

—Okey linda —miré a Noah—, las plantillas van por apellido, seguro tú estás al final del pasillo.

—Está bien —asentí y me separé de él.

Mel iba lado mío ya que su apellido seguro estaba cerca de mío. Caminamos hasta que logre divisar la inicial de mi nombre a lo lejos.
Mi amiga se detuvo en una planilla y yo seguí camino hacia la mía.

—Todo estará bien Emma!aame dije a mi misma.

Me acerqué a más y achine los ojos. No puede ser... esto es una jodida broma.

—¡Emma aprobé! —Mel me atropelló— ¡Iré a Nueva York!... Oye viste tu....

—Debe haber un error.

—¡Dios Santo Emma! —Mel me abrazó— ¡Tienes la mejor nota! ¡Te graduarás con honores!

—Yo... —hundí mi cara en el cuello de mi amiga y sentí las lágrimas atropellarme como un jodido camión de emociones—. No puede ser.

—¡Smith! ¡¿Está todo bien?! —sentí la voz de Noah— ¡Mierda Emma! —me separé de Mel y el me abrazó—. Eres una jodida genio.

—Lo se —sentí que me levantó del piso y dio 1 giro.

~

El centro de estudiantes había decorado el campus con sillas y un gran escenario donde serían estregados los diplomas. Todos estábamos sentados con nuestras togas, esclavinas y los birretes con sus respectivas borlas. Mel estaba al lado mío y del otro lado tenía a Noah quien no paraba de mencionar lo nervioso que estaba.

—¿Puedes calmarte? —apreté su pierna la cual no paraba de moverse.

—Que fácil es decirlo, señorita honores —golpeó mi birrete y cubrió mi visión.

—Cállate celoso —él volvió a poner mi birrete en su lugar.

—Eres módicamente tierna —sonreí como boba y depositó un beso en mi mejilla.

La ceremonia había comenzado y sólo faltaba un nombre para que Centineo pasara. Y yo ya no sabía que hacer para que se calmara.

—Noah Centineo —se paró y todos aplaudimos

Lo vi dirigirse al escenario y cuando le entregaron el diploma empezó a bailar hasta bajar del escenario haciendo reír a los chicos y suspirar a las chicas.

—Lo logré Diosito.

Se sentó al lado mío, y más calmado me mostró su diploma para luego pedirme unas cuantas fotos. Fueron unas 20 para ser exactos.

La gente siguió pasando hasta que nombraron a mi mejor amiga, a la cual aplaudí como nunca lo había hecho. Ella subió con toda la energía de Melanie y después de recibir su diploma me tiró un beso el cual yo respondí con un guiño de ojo.

—Ahora llamaremos a nuestra alumna estrella —me acomodé mi atuendo y sonreí—, quien por su desempeño será graduada con honores... Emma Smith.

Todos aplaudieron y yo me levanté de mi asiento, sintiendo toda la maldita presión en mi cuerpo. Escuchaba los gritos de Mel, Mike y Noah, y sentía que me iba a caer en cada paso que daba. Subí temerosa el escenario y al entregarme el diploma un flash me cegó.

Miré a Noah y él me guiñó el ojo, haciendo sonreír aun más y querer gritar de la alegría. Bajé del escenario y corrí hacia Mel abrazándola como nunca me imaginé que iba a abrazar a una persona.

Alguien que me había acompañado en mis peores tormentas y me había visto convertida en los peores demonios. La sentí agitarse y comprendí que al igual que yo estaba llorando.

—Maldita perra me haces llorar siempre —reí ante el comentario—. Te amo Emma Smith.

—. Te amo Melanie Ramírez

El abrazo duro unos segundos más y luego nos separamos. Todo el mundo estaba parado y era hora. Lo que siempre quise hacer desde que soy pequeña.

—¿Listos graduados?...3...2...1 —todos agarramos nuestros birretes y los tiramos al cielo celeste, tiñéndolo de un color negro opaco.

—Lo logré mamá —miré al cielo y las lágrimas volvieron a salir—, me gradué.