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Vi la hora y faltaban 10 minutos para el inicio de clases, mi primer examen sería a las 8:00 a.m.

Me cepillé los dientes y bajé las escaleras con mis apuntes en mano. Cuando estaba a punto de tomar las llaves del coche alguien tocó la puerta. Me asomé por el pestillo y distinguí esa silueta.

—Hola —dije abriendo la puerta, Noah sonrió. Se había cambiado de ropa, y parecía más fresco.

—Ey —se acercó y depositó un beso en mis labios, quería saber como estabas, ya que me tuve que ir. Te puedo llevar.

—Tengo auto Noah —le mostré las llaves y el asintió— ¿Donde te fuiste después de la pelea con Lidia?

—La llevé a su casa —esa noticia me cayó como un balde de agua fría. Asentí y cerré la puerta de la entrada. Le saqué la alarma al auto y tiré todas las cosas que traía en la mano al asiento del copiloto—.No podía dejar que se fuera sola.

—Esta bien Noah —dije seca y me coloqué el cinturón de seguridad. A mi casi me violan, y terminé peleando con tu ex novia, pero está bien.

—No te enojes —apreté las manos en el volante y lo mire con furia.

—Déjalo así Noah, no tuve la mejor noche y solo quiero aprobar estos estupidos exámenes —puse el auto en marcha y salí de mi entrada.

Miré por mi retrovisor y ahí estaba el. No se había movido, tenía las manos en los bolsillos delanteros. Camino unos centímetro y pateó el viento. Tragué en seco y cerré los ojos presionándolos contra mi párpado. Porque podía quedarse ahí y verse igual de bien, porque hacía que me enojara y a los segundos lo volviera a querer sobre mis labios. ¿Porqué me enamoré de él?

Rebobine el momento, Jacob encima de mi, Thomas dándole unas cuantas pálisas, Noah golpeándolo y seguro dejándole unas cuantas costillas rotas. Lidia encima mío, yo encima de ella. Noah separándonos. Noah besándome en la entrada de mi casa, en el lago, su auto, salón de química.

Bajé del auto y lo dejé en marcha. Di un portazo y el levantó la mirada, sus ojos chocaron con los míos y sentí una ganas inmensas de abrazarlo.

—Nos verán juntos el día de la graduación, no quiero tener distracciones el día de los exámenes —el sonrió y me abrazó apretando mis brazos al costado de mi cuerpo—. Suéltame que voy tarde.

—Extrañé a la Emma gruñona —rodé los ojos—, Y eso también

—Okey va —agarró mi cuello y me acerqué a él. Besó mi nariz y luego mis labios, sonreí en medio del beso y me separé—. Te hablo después.

Corrí a mi auto y me monté, cuando estuve segura aceleré y desaparecí de la cuadra de mi casa. Anduve unos 10 minutos por las calles de Nevada hasta que el edificio del instituto se hizo presente de entre los árboles. Estacioné el carro y luego baje pitando. Entré exageradamente a los pasillos y noté que estos estaban vacíos.

—Mierda —caminé buscando la planilla de los horarios y vi que el examen se desarrollaría en el salón G.

Troté por toda las escuelas hasta que encontré el salón. Cuando entré el profesor de Biología me miro de reojo al igual que todos los alumnos. Mi cara decía un gran lo siento y mis ojos pedían que no me reprobara. El hombre hizo un gesto con la cabeza y yo le sonreí, caminé hacia el escritorio y deslicé la hoja del examen entre mis dedos. Luego me ubiqué en algún asiento desocupado y descansé mi trasero.

Miré el contenido y me sorprendí al ver lo fácil que era. O tal vez para mi que había estudiado, o no. Digo, los exámenes finales siempre son los más difícil pero este es una gran excepción. Solo es desarrollo, verdadero y falso, y textos qué hay que examinar. Nada que yo no pueda controlar.

Al terminar el examen de Biología sentí que una parte de mi cerebro se relajó, al menos lo peor había pasado. Pero no había visto a Mel, saqué mi celular del bolsillo trasero y apreté en sus contactos. El pitido de piii lo escuché resonar en mis oídos, solo por unos escasos segundos ya que ella cortó. Okey, ella estaba bien.

Caminé hacia la planilla otra vez, el examen de matemática sería el último, a las 12:00 p.m. Ahora solo tenía un módulo de 80 minutos antes del examen de Historia que sería en el salón B.

Me encaminé hacia la cafetería y pedí un café bien cargado, cuando me lo entregaron me senté en una mesa y saqué los apuntes de Historia.

—Dios, odio antropología —Mel se sentó en la silla enfrente de mi—. Oye te ves más linda.

—Te llamé —dije leyendo la definición de la Guerra Fría.

—Lo sé, estaba con Mike —rodé los ojos, la miré tenía una sonrisa de oreja a oreja—. Lo aceptaron en Nueva York, para estudiar Medicina. Y obvio tiene un cuarto, maldito cerebrito.

—Eso... eso es fantástico Mel —ella asintió, Mike era un chico muy deportivo pero también un auténtico Nerd sexi.

—¿Donde esta Centineo? —subí y bajé los hombros algo desinteresada—. Sería genial que ustedes dos entren la graduación como dos modelos de Calvin Klein.

—Jaja —dije sarcástica—. Déjame repasar historia.

—Cierto —sacó unas hojas y las puso sobre la mesa—, todo por criminología.

Soñemos un poco - Noah Centineo (COMPLETA)Where stories live. Discover now