Kim Taehyung es todo lo que Chou Tzuyu había estado evitando en sus cortos diecisiete años.
El chico problemático que se saltea clases, fuma cigarrillos, conduce una motocicleta y... ¿Avienta a profesores por las escaleras? Un chico rodeado de malos...
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Mi plan era sencillo, fingiría invitar a Donghae a cenar, le diría a mi mamá que estaría muy ocupado por la aplicación de exámenes y el cumplimiento de las horas extras de estudio por lo que no estaría disponible hasta que los exámenes pasarán.
No iba a permitir que mi mamá se acercara a él durante la junta de mañana, sería sencillo, Donghae no era el encargado de nuestra clase por lo cual no tenía por qué aparecerse cerca de nuestro salón. Después de todo el royo de los exámenes se me ocurriría algo para mantenerlo alejado de mi casa... bueno de Yoona.
Soy la peor hermana del mundo.
—Tzuyu —Jennie tomo mi brazo enredándolo con el suyo. —Hoy saldremos por un café-
—¿Huyendo de responsabilidades? —Pregunte sonriéndole abiertamente.
—Papá quiere que vaya a una estúpida cena con su nueva novia —Rodó los ojos molesta. —Jackson tiene entrenamiento por lo que no puedo ir a su casa.
—Me lastima ser la segunda opción —Puse mi mano en mi pecho. —Duele de verdad, pero aceptare un Frapuccino en modo de disculpa.
—Pide una galleta también. No eres la segunda opción —Jennie sonrió. —Eres la tercera, la mamá de Jackson tampoco estará en casa.
Solté mi brazo indignada por su comentario, pero ella sabía que realmente no me había molestado.
Ya estaba acostumbrada a ser la segunda opción. En este caso la tercera.
—Nos vemos en la cafetería que esta por la biblioteca.
Se despidió de mí entrando a su salón. De hecho era genial que me haya invitado, así no tendría que darle largas explicaciones a mi mamá del falso rechazo de Donghae a su cena de recuerdos.
Todo iba acomodándose.
Camine hacia mi salón iba demasiado metida en mis pensamientos acerca de lo mucho que tenía que estudiar para el examen de física, la profesora Wang (esposa de mi profesor de deportes) era buena maestra hasta que llegaba la época de exámenes, era como si su personalidad mitad demonio se activara y se pusiera a jugar con nosotros y nuestras calificaciones, bajaba puntos hasta por respirar, incluso algunos llegaban a quedarse sin presentar examen, estaba loca, tal y como decía su esposo.
Iba tan concentrada hasta que sentí como dos chicas pasaban a mi lado golpeándome deliberadamente con sus hombros haciéndome tambalear.
—Fíjate por donde caminas —Menciona una de cabello rojo.
—Tienes dos ojos —La chica de cabello negro y largo me miro de arriba abajo. —Utilízalos.
—¿Disculpa? —Las mire con el ceño fruncido.
—¿Tampoco escuchas? —La peli roja me miro con arrogancia. —No encuentro el chiste.
—¿El chiste? —Pregunte sin comprender muy bien esta situación.
