•Capítulo 18•

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Estábamos en un silencio incomodo, Taehyung me miraba como si hubiera cometido el peor de los pecados, pude haberle dicho que no pero cuando lo quise negar algo en mi me lo impidió, ya no quería seguir ocultando lo que sentía, pero tampoco quería ...

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Estábamos en un silencio incomodo, Taehyung me miraba como si hubiera cometido el peor de los pecados, pude haberle dicho que no pero cuando lo quise negar algo en mi me lo impidió, ya no quería seguir ocultando lo que sentía, pero tampoco quería que Taehyung se diera cuenta, no sabía que decirle, en mi cabeza no había una excusa valida.

—Olvídalo —Negó con la cabeza. —No es mi asunto —Se dio la vuelta y comenzó a caminar por el pasillo.

—¡Espera! —Lo alcance tomándolo del brazo. —Tengo algo que darte.

Taehyung me miro serio, asintió con la cabeza.

Caminamos hasta el vestuario de chicas, era el único lugar con casilleros donde pude guardar el casco, no quería que alguien de la escuela viera que se lo entregaba, a esta hora las clases habían comenzado y los profesores que podrían rondar estaban en la junta dentro del auditorio, no había nadie cerca.

Durante todo el camino Taehyung no había dicho ni una sola palabra, ni siquiera me había vuelto a ver, por más que trate de incomodarlo con mi mirada este no reacciono en ningún momento, no es que estuviera esperando por su atención, simplemente...

—Te espero aquí.

Se detuvo a un lado de las puertas del vestuario recargándose en la pared, lo mire con el ceño fruncido ¿Y ese pudor qué?

—No hay nadie en los vestidores —Señale las puertas. —No creo que sea problema el que entres.

Taehyung suspiro pesadamente, me miro con mucha molestia en su cara ¿Qué le pasaba? Bueno tal vez este un poco molesto por el hecho de que estos últimos días ha tenido que cargar con mi presencia, pero no era yo la que lo quería.

Y creí que estábamos avanzando y comenzando a ser amigos.

Supongo que me equivoque.

Camine hasta mi casillero que convenientemente estaba en la fila del fondo, justo a un lado del de Jennie que tenía un candado.

Podía sentir como Taehyung me seguía de cerca, abrí mi casillero dejando ver el casco negro ahora reluciente y sin olor a huevo de Taehyung, había sido una aventura meterlo al casillero ya que este era muy ancho pero lo había logrado después de unos minutos. Tome el casco entre mis manos y me gire para dárselo a Taehyung, no me había dado cuenta de lo cerca que estaba, así que no medí mi giro provocando que el casco chocara con el cuerpo de Taehyung haciéndome rebotar y chocar mi espalda con los casilleros. Cerré mis ojos ante el pequeño dolor que sintió mi espalda y mi cabeza.

Taehyung estaba de nuevo muy cerca, sus manos ahora estaban posadas sobre las mías las cuales sostenían el casco que era lo único que mantenía nuestros cuerpo separados, mire nuestras manos juntas, su mano era realmente grande y cubría casi por completo la mía, sus dedos eran largos, sobrepasaban los míos que muy a penas se veían entre los suyos. Cuando mire a Taehyung este también veía nuestras manos, no me sentía incomoda, tener este tipo de contacto con él ya me parecía de lo más normal, no iba a negar que aún me ponía nerviosa, pero ya había familiaridad.

No me mal entiendasOnde histórias criam vida. Descubra agora