Kim Taehyung es todo lo que Chou Tzuyu había estado evitando en sus cortos diecisiete años.
El chico problemático que se saltea clases, fuma cigarrillos, conduce una motocicleta y... ¿Avienta a profesores por las escaleras? Un chico rodeado de malos...
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—¡Ya bájame!
Aun estaba sobre los hombros de Taehyung y me estaba comenzando a marear, esta posición no era nada cómoda. La adrenalina del momento se había bajado y ahora me sentía demasiado apenada por toda la escena que había protagonizado. Si antes no estaba en problemas ahora el cuento sería muy diferente.
Me van a suspender como mínimo.
Mis papás me van a matar.
Los planes que siempre tengo de irme a vivir con mis abuelos se iban a hacer realidad, pero esta vez me quedaría haya hasta que terminara la universidad.
Taehyung me dejo caer de repente sobre algo cómodo, mi cabello aún estaba sobre mi cara y seguía usando una falda que se había levantado. Me enderece lo más raído que pude, en dos movimientos baje mi falda y acomode mi cabello fuera de mi cara.
Debí de haberme quedado con el rostro en la cara, así no hubiera visto a Taehyung con su rostro molesto.
¿Pero cuando no estaba molesto?
No decía nada, solo me estaba viendo, tenía esa mirada acusadora que me recordó a la que mi papá a veces nos daba a Yoona y a mí cuando éramos pequeñas, él siempre sabía cuándo nos metíamos en problemas y nos daba esa mirada acusadora para que nosotras admitiéramos lo que habíamos hecho, nunca hicimos cosas graves, pero Yoona siempre tomaba toda la culpa.
—Ya deja de verme así —Me quejé. —Di algo, lo que sea.
No hablo, pero si sacudió la cabeza con un suspiro. Cerro los ojos durante un momento hasta que por fin los abrió y me miro, ahora un poco menos molesto.
Ladeo la cabeza y descruzo sus brazos, hice una mueca, de verdad quería que hablara. Taehyung frunció sus labios en lo que parecía querer ser una sonrisa, pero no la dejo salir.
—Te está sangrando la mejilla.
Señalo para luego darse la vuelta y comenzar a buscar algo en la vitrina que estaba justo detrás de él. Toque mi mejilla por inercia y me arrepentí al segundo, no dolía mucho pero si ardió y en mi dedo índice quedo una pequeña mancha de sangre. Irene me había rasguñado con mucha fuerza, la adrenalina había estado tan presente que no había prestado atención a los golpes que me había proporcionado, también había comenzado a sentir una punzada debajo de mi ojo derecho.
—Inclina la cabeza hacia mi.
Taehyung me ordeno mientras se sentaba en un banco frente a mí, en su mano tenía agua oxigenada y algodón. Pasó el algodón por la herida con mucho cuidado, sus toques fueron demasiado cuidadosos, su rostro estaba cerca del mío, estaba muy concentrado, sus pestañas le hacían sombra sobre sus mejillas, su cabello caía de manera desordenada sobre su frente, otra vez tenía ganas de pasar mi dedos por el y acomodarlo. Mi vista bajo sin mi orden hasta sus labios, los mordió y después hizo una mueca.
