Capítulo 2

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Joaquín, su hermano, la había dejado únicamente con la ropa que llevaba encima. Desde que sus padres murieron y él se había hecho cargo de su hermana de dieciséis años, no había dejado de dejar constancia de que lo enfurecía esa obligación fraternal que le habían impuesto. Pero pronto se había aprovechado de la presencia de _____, al verla como una asistenta del hogar interna. Ella no se había esperado nada más, pero había sido un gran impacto descubrir que su hermano no sólo tenía unas deudas astronómicas, sino que...

Joel la sacó de esos pensamientos al reclamar su atención y ella se sintió agradecida.

—Cielo, no mires, pero esa figura que estaba mirando aquí dentro es el espécimen de hombre más divino que he visto en la vida. No lo echaría de la cama por hablar demasiado, eso seguro.

Por alguna razón, _____ volvió a sentir ese extraño escalofrío, pero sonrió a Joel, agradecida por la distracción que le ofrecía.

—Oh, vamos. Eso lo dices de todos.

—No. Éste... no se parece a ninguno que haya visto antes, pero por desgracia la intuición me dice que es heterosexual. Oh, aquí viene. Debe de ser alguien importante. _____, cielo, levántate y sonríe. Te digo una cosa, un pequeño flirteo y una noche ardiente con un hombre así te harán olvidar para siempre los recuerdos sobre el tirano de tu hermano. Es lo que necesitas ahora mismo, un poco de diversión antes de volver a casa y empezar de nuevo.

Y entonces, vio a Joel dirigir su atención hacia el misterioso extraño, cuya presencia podía sentir a su lado.

—Buenas noches, señor —le dijo Joel alegremente. —¿Qué le pongo?

A _____ se le erizó el vello ante la presencia del hombre y decidió hacer caso omiso del consejo de su amigo. No tenía la más mínima intención de dejarse llevar por una noche de pasión con nadie, y mucho menos con un completo desconocido. Sobre todo, la noche después del funeral de su hermano, y especialmente porque en sus veintidós años de edad nunca había experimentado ninguna clase de pasión.

Con la intención de marcharse, se giró sobre el taburete, pero antes de poder darse cuenta se vio cara a cara con el extraño, un ángel caído que la estaba mirando fijamente. Un oscuro ángel caído, con unos brillantes ojos cafés bajo unas largas y negras pestañas. Cejas negras. Pómulos altos. Unos labios que _____ deseó besar en ese mismo instante, para sentirlos y saborearlos.

En cuestión de segundos, además de darse cuenta de que tenía unos hombros muy anchos y de que mediría más de un metro ochenta, supo que tenía la clase de cuerpo que le volvería loca a cualquiera, llevaba un grueso abrigo, pero por debajo del botón de arriba de la camisa se veía una suave y tersa piel.

_____ no podía entender la ardiente sensación que invadía su cuerpo, el crepitar en su sangre cuando sus miradas se quedaron enganchadas durante lo que parecieron siglos. Se le cortó la respiración y sintió un mareo, como si se tambaleara. ¡Y eso que seguía sentada en el taburete!

—¿Señor?

El hombre espero un instante antes de mirar a Joel e indicarle algo. _____se sintió como si hubiera estado suspendida en el aire y ahora, de pronto, estuviera precipitándose de vuelta a la tierra. Fue una sensación de lo más extraña. La voz del hombre era profunda y grave, acentuada, y antes de que pudiera darse cuenta, Joel estaba sirviéndole otra copa de brandy.

—Es de parte del caballero.

CRUEL VENGANZADonde viven las historias. Descúbrelo ahora