Capítulo 8

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Un chofer los llevaba hacia el hotel. Al instante de subir al coche, _____ se había puesto nerviosa porque el accidente aun estaba muy reciente en su cabeza, pero ante la mirada de Chris, se había obligado a relajarse. No obstante, aún tenía las manos apretadas bajo los muslos y un ligero sudor le había cubierto la frente. El silencio los envolvía dentro del lujoso vehículo y ella podía sentir el calor que desprendía el cuerpo de Chris, pero no lo miró. No podía hacerlo. Aunque, por alguna razón que no podía entender, estar a su lado la hacía sentirse bien. A medida que el coche avanzaba entre el tráfico, su miedo se iba disipando. Se sentía segura.

Cuando el coche se detuvo ante la puerta de un exclusivo pero discreto hotel, ese detalle se sumó al halo de misterio de Chris porque se habría esperado que estuviera alojado en un lugar más ostentoso. Ese hotel era conocido por proteger la privacidad de sus famosos y poderosos clientes.

Chris bajó del coche y le tendió la mano a _____, que después de cerrar los ojos y respirar hondo, la aceptó. La llevó hasta el vestíbulo, donde el conserje lo saludó. Cuando subieron al ascensor seguían sin dirigirse palabra; ni siquiera hubo un intercambio de miradas. _____ estaba ardiendo por dentro y podía sentir sus pezones endurecidos contra la tela de su vestido.

Cuando se abrieron las puertas, se adentraron en un lujoso pasillo con una única puerta al fondo. Chris  abrió la puerta de su suite y _____ lo siguió hasta dentro, con los ojos abiertos como platos ante la espléndida habitación disertada como una biblioteca.

Él le había soltado la mano para quitarse el abrigo y la chaqueta y se dirigió hacia la mesa sobre la que había distintos tipos de bebidas. Al verlo de espaldas, con ese corte de pelo que tanto le favorecía gracias a una forma de cabeza perfecta, volvió a temblar y no pudo creerse que de verdad estuviera allí.

—¿Te apetece una copa?

Negó con la cabeza y vio a Chris servirse algo oscuro y dorado que se bebió de un trago antes de dejar el vaso sobre la mesa.

Se volvió para mirarla y el corazón de _____ se aceleró. Sin haberlo tocado siquiera, se sentía como si conociera a ese hombre, como si ya hubiera estado con él... lo cual era una locura.

—Ven aquí.

Y como en un sueño, respondiendo a un profundo deseo que había cobrado vida en su interior, caminó hacia él y se detuvo a escasa distancia.

Chris recorrió el espacio que los separaba y le quitó el abrigo, que cayó al suelo. Ella lo miró a los ojos y lo que vio en ellos casi la derritió. Eran de un café oscuro y brillante y la miraban con intensidad. Sintió deseo, sintió pasión. Un torbellino de sensualidad inexplorada se había apoderado de ella y estaba lanzándola a ese nuevo mundo — Chris, yo...

—Shh —le puso un dedo en los labios para hacerla callar, y en el fondo ella lo agradeció porque no estaba segura de lo que iba a decir. Por alguna razón, esa noche estaba marcada por una enigmática y silenciosa comunicación.

Él alzó las manos y rodeó con ellas el rostro de _____, mientras enredaba los dedos en los sedosos mechones de su cabello. Se acercó más todavía y sus cuerpos se rozaron. Agachó la cabeza y ella cerró los ojos, incapaz de seguir manteniéndolos abiertos. El primer roce de los labios de Chris fue fugaz. _____ comenzó a respirar de forma entrecortada e, instintivamente, alargó los brazos para agarrarlo por la cintura. Él le echó la cabeza atrás con delicadeza y ella abrió los ojos para mirarlo directamente.

CRUEL VENGANZATempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang