𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙘𝙞𝙣𝙘𝙤

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𝐁𝐎𝐑𝐈𝐒.

[Unas semanas Después]

Para evitarnos problemas, Audrey comenzó a vivir en la casa vacía del lado, era una de las casas con muebles en las que nadie vivía, era mi vecina, así que podía cuidar de ella desde mi casa, por si algo llegaba a sucederle.

Los días comenzaron a transcurrir con tranquilidad, mientras nosotros íbamos a la escuela, ella cuidaba de Popchyk y de la casa de Theo, muchas veces se encontró con Xandra, quien al principio estaba confundida de que no fuera a la escuela, pero le bastaba con que cuidara la casa, y que de vez en cuanto, le acompañara a arreglarse las uñas o mimarse un poco, al parecer tener a una chica mas joven de amiga la animaba, cada día Xandra se veía mas hermosa, y sin dudarlo, era una mujer ardiente.

Un día, que no pude dormir por pensar en como estaría Audrey, si en esa noche había llorado, o si ella estaba durmiendo como una bebé, hasta que unos golpes en la puerta principal me hicieron despertar de eso, antes de que mi padre se despertará y pudiera hacer algo, corrí rápidamente a abrir, una chica vestida con una camisa mas grande que ella, y un short que Xandra le había comprado, se presentó en mi puerta mientras se abrazaba a si misma.

-Audrey.- dije yo mientras la dejaba pasar.

-Boris.- dijo y pasó con miedo, cerré con cuidado y tome su mano, para llevarla a mi habitación, sentí sus manos heladas, como si las hubiera metido en una nevera durante dos días.

-¿Porque demonios estás tan helada?- Pregunté y me di cuenta de que tenia el cabello húmedo.

-Me quede dormida en la piscina de Theo, cuando me di cuenta, casi me ahogo- dijo alzando los hombros.

Llegamos a la habitación y se sentó en la cama, mientras se abrazaba a si misma.

-Que idiota eres.- dije burlón y me senté a su lado, para sacar un cigarrillo y encenderlo al poco tiempo.

-Cállate.- dijo ella riendo mientras se acostaba en la cama, mientras se envolvía en mis sábanas- Esta calentito.

-¿Porque demonios crees?- pregunte mientras me acostaba a su lado, apoyando mi espalda en la pared fría.

-Cállate, Boris- dijo ella, cansada, mientras respiraba con fuerza.

-Te vas a ahogar- dije y puse las sábanas debajo de su mentón.

-Cállate- dijo y le golpeé.- ¡Hey!- dijo ella mientras cerraba los ojos.

-Eres una imbécil.- dije aburrido mientras me dedicaba a ver la ceniza que amenazaba con caer de la punta del cigarrillo.

-Lo sé, gracias- dijo ella con la voz mucho mas cansada, unos minutos después se calló.

Se quedó dormida, realmente dudo de que haya dormido en la piscina de Theo, siento que no puedo confiar realmente en ella, pero, quiero hacerlo, quiero poder confiar en sus ojos.

Su mano salió de las sábanas y tembló buscando algo, sin saber que quería, puse mi mano, ella la tomó con miedo, una mano fría, como si hubiera muerto.

En ese momento pensé que estaba muerta de nuevo, así que sólo pensé en despertarla, ¿y si realmente está muerta?- Audrey- dije y la sacudí, no contestó, aquí me empecé a preocupar, la sacudí un poco más, pero nada.

Sin más, la golpee, una bofetada y se despertó, asustada y con una mueca, me dio un puñetazo en la nariz, adolorido, me puse las manos y me queje, comenzando a insultar en todo el ruso que se.

-La tuya, por si acaso- dijo enojada y la tome de la muñeca- ¿Que demonios te pasa?- preguntó, enojada.

Sentí la cálida sangre llegar a mi boca y llenar esta con aquel tan característico sabor a metal- Buen golpe.- dije y me acerqué a ella, tomando sus mejillas y mirándola fijamente.

Ella, me veía con esa mirada que me indicaba que tenía miedo, lo cual comenzaba a gustarme, no el hecho de que me tuviera miedo, no, me gustaba que estuviera indefensa ante mi, aunque ese puñetazo me había dejado otra cosa clara.

-Eres linda- dije viéndola con asco.

-Y tu un imbécil- dijo ella, viéndome de la misma manera, así que me acerqué un poco mas, para dejar un beso en la comisura de sus labios, llenando aquella zona de color carmesí, que ella intentó limpiar, dejando la sangre por mas lugares de su suave rostro, lo cual me hizo sonreír.

Después de esos días, era más agresiva conmigo, y con Theo, solo era un amor con Popchyk y Xandra, cuando se ponía ebria, golpeaba todo, la cama de Theo, rompía vasos y espejos pequeños, golpeaba las paredes, hasta que sus nudillos no sangraban o hasta que no terminara pateándome a mi, lo más triste de esa actitud, era que se quedaba en la orilla de la piscina llorando como una niña pequeña, pensando que nadie la veía, cuando estaba equivocada en eso, si había quien la veía, pero no había nadie que quisiera confesar aquello; Audrey no desistía, era demasiado impulsiva, demasiado viva, demasiado fuerte, demasiado herida, era tantas cosas que me comenzaba a dar miedo que me asesinará, pero... Cuando se quedaba dormida y me despertaba porque necesitaba ayuda, cuando nos quedábamos dormidos en el baño después de que ella vomitara y yo tenía que sostenerle el cabello, mientras que Theo se reía de nosotros, para al final, terminar los tres abrazados entre toallas mojadas, camisas llenas de sangre y botellas vacías.

Desde ahí mis ganas de volver a casa eran más, perder la cabeza y verla bailar sola en la orilla de la piscina, poder pasar con Theo la tarde cantando Dear Prudence cuando Audrey caía medio inconsciente en el sofá, de que Theo nos leyera los libros que tenía, ella acostada en mis piernas y yo en el hombro de Theo, o enseñarles como insultar en ruso, desde que ellos dos llegaron, mis tardes se volvieron mas que simples tardes de leer libros y fumar cajetillas enteras, Theo llegó con mi misma tristeza, y Audrey llego a romper todo.

Era increíble como podías amar tanto y a su vez temer tanto a lo que sentías, como si fuera un arma de doble filo.

Ellos dos se volvieron mi felicidad, aquel chico dulce de ojos azules y cara seria, y aquella chica de cabello despeinado y carácter impulsivo.

Se convirtieron en lo que mas amaba, pero eso me aterraba, las personas que mas te aman son las que mas daño te pueden hacer, perder mi felicidad era lo que menos deseaba, perder a Theo sonaba a una locura, y perder a Audrey sería como perder la cordura totalmente, incluso cuando ella no podría ser la definición exacta de "cordura".

Amar comenzaba a sonarme a una locura.  

𝕽𝖔𝖇𝖇𝖊𝖗𝖘 [𝕭.𝕻]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora