𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙤𝙘𝙝𝙤

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𝐀𝐔𝐃𝐑𝐄𝐘.


Quédate.

Después del incidente, dejé todo el alcohol y las drogas para otro día, realmente me daba miedo volver a tener esa reacción, así que Boris me llevo a casa, él volvería a la suya, Theo iba a salir a comer con su padre, desde lejos veías como el padre de Theo intentaba tener una buena relación con el chico de lentes, pero este se negaba, se notaba a kilómetros que antes le había hecho daño, y que sería difícil deshacer lo que hizo. Realmente no podía culparlo.

Al llegar, no fue necesario abrir con llaves, ya que no las teníamos, pero nos daba igual, nunca pasaba algo como un robo en nuestro vecindario, nunca pasaba nada aquí.

-Quédate- pedí mientras le daba la espalda.

-¿Que?- dijo y se acercó, para tomarme del brazo y girarme-.

-Por favor, quédate- Vi como sus ojos se sorprendían y pensé que estaba igual de atónito que yo al escucharme pronunciar aquello- Digo... Podría pasar cualquier cosa en cualquier momento, ¿sabes? No... Quiero que me pase algo y no tener a quien recurrir.

-Creo...- dijo y se quedo pensando.- Esta bien.- lo dijo en un tono frío, y sólo podía esperar a que volviera a ser frío y cruel.

Pero el plan fue otro, el subió a mi habitación, y tomo mis cosas, saco todo de mi mochila, aproveche y comencé a buscar pistas de como llegue ahí, aunque recordaba casi todo, hay demasiados detalles que no puedo volver a visualizar.

Encontré una libreta con todo lo que empaqué  en esa noche de rabia, ahí, estaba ese sobre, Tom Rogers, 25 años, revise su dirección, y suspire.

-Boris, ¿Dónde queda esto?- pregunté mientras le señalaba la dirección anotada ahí.

-No muy lejos de aquí, queda cerca de un centro comercial que conocemos... ¿Porque?- preguntó mientras alzaba una ceja.

-Por que quiero ir allí- dije con seguridad, solo me gane una mueca de su parte.

-Podemos ir mañana, después de la escuela.- dijo mientras seguía tomando algunas cosas.

-¿Que demonios estas haciendo?- Pregunté, confundida.

-Vas a dormir conmigo- dijo y suspire.

-Quiero dormir aquí- dije- Estoy cansada, Boris, tú lo sabes perfectamente-.

-De acuerdo- dijo y dejó todo en el suelo, para abrazarme y tirarme a la cama con delicadeza junto a él.- Entonces, vamos a dormir, pero no quiero estar lejos para cuando te pase algo, ¿entendido?- asentí y se quitó las botas militares que siempre llevaba, yo hice lo mismo con mis tenis, y nos acostamos, el me cubrió con las sábanas, para luego cubrirse y darme la espalda.

Poco después, sentí su respiración pesada, y supuse que ya se había quedado dormido- Boris...- susurré y mire por encima de mi hombro, no reaccionó, estaba dormido, suspiré y me di la vuelta hacia él, su cabello estaba esparcido por la almohada con delicadeza, quería verlo al rostro, quería ver a Boris dormir con tranquilidad, sin estar ebrio o colocado, solo... Dormido.

Con miedo, pase mi mano izquierda sobre su hombro, no sabía porque ni que esperaba hacer con aquel movimiento.

La deje ahí, y sentí como sus dedos se posicionaban por encima de los míos, asustada, lo mire, él se dio la vuelta, mientras sonreía burlón.

-¿Que haces despierta?- preguntó el y mi sonrojo no podía ser mayor-.

-Nada, quería saber si estabas dormido- dije y soltó una pequeña risa.

-Lo estaba, ahora no- dijo con confianza y se dio completamente la vuelta hacia mi- ¿No puedes dormir?- preguntó mientras tomaba mi mano, negué con la cabeza y suspiró.- Ven aquí- dijo él y me acerque generosamente, para que me rodeara con los brazos y comenzará a acariciar delicadamente mi cabello, mientras sentía su corazón latir de manera normal, lo cual, me hizo sentir tranquila, me sentí como nunca, me sentí sin miedo, sin frío, me sentía completa entre sus brazos, cosa que, nunca en mi vida había sentido antes.

-Todo esta bien, pequeña, aunque creas que no, estar a tu lado hace que las cosas estén bien- dijo susurrando con voz dulce, su acento ruso y el olor a cigarrillo no hacían mas que arrullarme, el tacto de sus dedos calientes y la cercanía eran más que suficientes para que cuando menos me lo esperase, cayera dormida en sus brazos- Todo estará mejor, pequeña, confía en mi- dijo y se separó un poco, para dejar un beso en mi mejilla, cerca a la comisura de mis labios, me sentía tan adormecida, como cuando las pastillas me afectan, solo que ahora, no eran efectos de aquellas píldoras, era el efecto de Boris, un efecto que me confundía, pero me hacía sentir feliz, me hacia sentir en paz, Boris, me dio el sentimiento de paz que nunca había perdido, porque nunca lo había tenido antes.
Sus besos siguieron pero con espacios de tiempo muy largos, mientras su mano seguía jugando con su cabello, se puso a mi altura, besando mis mejillas, mis pómulos, mi nariz y las comisuras de mis labios, lo tome de las mejillas, perdiéndome en sus ojos marrón y sus miles de pecas, como las estrellas, eran tantas que no podría contarlas.

-Audrey, duerme, has tenido tiempos muy pesados, pequeña- dijo mientras acariciaba mis mejillas, podía apostar que tenía una ridícula cara de sueño en ese momento, pero no quería dormir, quería seguir perdida entre sus ojos, quería seguir poder viendo su rostro tan cerca y poder sentir su cálido aliento, quería aprovechar ese instante a su lado, sentía miedo, miedo de no volver a verlo, un miedo irracional que comenzaba a comerme viva, me acerque mucho más y cerré los ojos, a tan pocos centímetros de aquellos gruesos labios rojos, en ese momento comencé a sentirme celosa de todos los cigarrillos que los habían probado antes, suspiré cansada, y sentí el delicado roce de sus labios con los míos, su mano bajo a mi cuello, y la otra a mi cintura, apegandome mucho más a él, sentí su mismo deseo, sentí el impulso de ser lo único que sus labios tocasen en ese mismo instante, era tanto mi deseo de hacerlo, pero fue más fuerte el sueño que me comía viva, a tan poco, caí dormida.







Los casi besos son tan románticos, me encanta la tensión que dejan uwu.

𝕽𝖔𝖇𝖇𝖊𝖗𝖘 [𝕭.𝕻]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin