𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙙𝙞𝙚𝙘𝙞𝙨𝙚𝙞𝙨

1.6K 186 75
                                    


𝐀𝐔𝐃𝐑𝐄𝐘.

-Y por último, no olviden hacer el boceto del primer guion, recuerden tener en cuenta las características de la época asignada.- dijo el maestro de mis clases de cine, asentí y todos comenzaron a dejar la sala.

Después de ese día, todo fue un desastre, ya una semana, y no he sabido nada más de Boris, Theo viene diario a preguntar como estoy, y cada día termino llorando con él en mi habitación.

Me dolía, me dolía que Boris no me haya buscado, que no hubiera siquiera usado una excusa, solo me dejaba una cosa clara.

Nunca sintió lo que decía sentir, y eso, me estaba asesinando poco a poco.

Me había quedado sin cigarrillos y sin bebidas, no podía dormir, cada noche soñaba con ese momento, con aquel beso, odiaba verlo tan claramente, cada noche sin él era una tortura, porque aun quería verlo, incluso si no me quería, incluso si después de verlo vería a alguien más, pero lo necesitaba, él era como el vodka, aunque me hacía daño, necesitaba más y más.

Las clases me mantenían distraída de todo, cuando iba a casa de Theo, era para leer, él me ayudaba mucho en francés, ya que en cierta parte lo requería, y su compañía me hacía sentir mucho mejor, tener un amigo era demasiado agradable.

-Maldita sea, Theo...- dijo una voz gruesa- ¿Por qué no me dijiste que te irías sin mi?- preguntó, ahí levante mi cabeza, su cabello seguía igual que siempre, sus mejillas, pálidas, sus ojos marrón cansados, y sus labios, gruesos, rotos... Sus miles de pecas volvían a dejarme sumisa ante ellas, como el mismo cielo de noche, sentí mareo, y sentí un océano provenir de mis ojos, Boris me miro, sorprendido- Audrey... No sabía qué...- dijo y salí corriendo hacía la habitación de Theo, ya ahí, me encerré, y corrí algunos  muebles posibles (Solo una mesa de noche) hacia la puerta, intentando hacer una barrera.

Ahí me di cuenta de algo, algo que sobresalía detrás de la cama de Theo, un pequeño paquete extraño que estaba envuelto en una funda para almohada, aunque los golpes de la puerta eran fuertes, me sentí atraída hacia aquel paquete, como si nada mas existiera.

Lo tome en mis manos, le quite la funda, algo cubierto de papel periódico, pase los dedos por el papel, nerviosa, ¿es de Theo? ¿De su padre? ¿Y si es algo de alguien muerto?- Vamos Audrey- dije para mi misma, y con cuidado de no romper el papel, lo abrí.

Un pequeño cuadro del tamaño de un libro de instituto era lo único que se podía ver, reconocí el cuadro, pero no recordaba el nombre, un pequeño pájaro atado a quien sabe que, por una pequeña cadena.

Esos ojos negros comenzaban a asesinarme con la mirada, como si me tocará con su pequeño pico... Como si rogara por dejarlo libre, sentí tanto que el tiempo paró, ya no había ruido, solo yo... Y el pequeño Jilguero, lo acaricie, siempre desee saber el tacto de un cuadro, suave... Cada pincelada la pude sentir, cada movimiento que se realizo para conformar aquel Jilguero... Me sentí en la misma obra, en el mismo momento y en la misma idea que era aquella pintura.

Era un sentimiento sin duda extraño, porque el pequeño pajarito estaba encerrado gracias a una cadena, probablemente no sabía donde estaba, como había llegado ahí, porque estaba en ese lugar, simplemente, era un pequeño pájaro perdido y atado a lo desconocido.

La historia me sonaba bastante familiar y eso era algo que me puso los nervios de punta.

Ya con los pies en la tierra, lo envolví de nuevo.

Arregle todo como si nada hubiera pasado, y me prepare mentalmente para hacer como si nunca hubiera visto nada, quien sabe si fue la adrelanina... Adrelanida... ¿Como se dice? Bueno, eso, que me ayudo a hacer todo eso en segundos, me escondí en el armario y comencé a susurrar.

𝕽𝖔𝖇𝖇𝖊𝖗𝖘 [𝕭.𝕻]Where stories live. Discover now