𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙣𝙪𝙚𝙫𝙚

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𝐁𝐎𝐑𝐈𝐒.

Audrey se quedo dormida.

Suspiré y la miré dormir, se veía linda, aunque verla tan en paz me daba celos, quisiera poder dormir como ella, pero la única manera en la que me puedo dormir, es después de una botella entera de vodka. 

Suspiré y me dediqué a jugar con su cabello mientras la veía dormir, no supe en que momento me podía quedar mirándola, no sabía en que momento me había dedicado a cuidar de ella, y mucho menos sabía en que momento la quería de esa manera en la que la quiero.

Pero, tenía miedo de hacerlo, por lo que he visto, siempre sales herido, siempre en las canciones termina en un odio, tristeza, o cualquier sentimiento similar a una puñalada.

Recuerdo cuando vivía en Ucrania y conocí a aquella chica un poco mayor, era linda, ojos verdes y cabello azabache tan oscuro como las calles vacías de aquel país, ella, era hermosa, podía hacer lo que fuera por ella, y al final, me dijo que nunca podría amarme, porque era tan poco, que no valía la pena, para ella nunca sería suficiente... ¿Y si nunca era suficiente para nadie?

Y que decir, desde ese día jure no amar a nadie, ni siquiera sentir cariño, todo cambio cuando Theo cambio, pero sin duda, la que hizo un cambio de 180 grados en mi vida, fue Audrey.

Nunca me había encaprichado tanto con alguien nunca, nunca había tenido la necesidad de estar cerca de alguien.
Por eso, creo que fue aquel sentimiento de estar a la defensiva con ella, desde el primer segundo en que abrió los ojos, me di cuenta de que podía sentir algo por ella, lo cual me aterraba completamente, ella no se veía como el tipo de chica que te rompe el corazón de manera cruel, pero tampoco podía confiarme.

¿y si ya le rompieron el corazón? Nunca me detuve a pensar esa posibilidad, mientras la vi respirar lo pensé, ella no parece del tipo que tenga novio, ella debió de estar tan enfocada en otras cosas como para fijarse en un chico, pero, no me puedo confiar.

Solo sé que lo que estuvo a punto de pasar no fue algo que quiero que olvide, y tampoco quiero que sea algo que se quede en un "a punto de pasar" quería tomar el riesgo con Audrey, sentí en ella la misma agradable sensación de ardor que siento con los cigarrillos, sentí con ella el temor y el sentimiento de estar vivo, en tan sólo unas pocas semanas, se sentía como si ella fuera mi todo.

Y me aterraba que existiera la posibilidad de que lo fuera.

Comencé a acariciar sus mejillas mientras pensaba bien las cosas, pero decidí dejar todo de lado, la bese en la mejilla y la abracé, para luego intentar quedar dormido.

Lo que menos necesito en este momento es enamorarme de una chica que no conozco de nada, pero... Demonios, no puedo evitar querer tenerla cerca, sentir su delicado cuerpo cerca al mío, ni evitar desear ver aquella ingenua sonrisa que ocultaba demasiado, ahora todo mi odio y disgusto se había convertido en atracción y curiosidad.

¿Quién demonios es Audrey y que demonios me hizo como para estar abrazado a ella?

Decidido a dormir, me obligue a quedarme dormido, suspire y poco a poco, caí en brazos de Morfeo.

[...]

Pude sentir el sol entrar a la ventana sin cortinas, así que me daba directo al rostro, impidiendo que pudiera seguir dormido, analicé en donde estaba dormido, en la habitación de Audrey, ella estaba entre mis brazos, con el mismo rostro que hace al dormir, sentí su respiración y me calme, así que decidí quedarme otro poco a su lado, antes de irme a casa a prepararme para la escuela.

Audrey se despertó de un brinco y comenzó a intentar escapar mientras reaccionaba donde estaba, yo la apreté hacia mi y comencé a susurrar en su oído.

-Shhh... tranquila, pequeña, soy solo yo.- Dije tranquilo mientras ella se aferraba a mi, pegando el rostro a mi pecho, mientras temblaba.

-Maldita sea.- dijo ella mientras respiraba.- Tuve... Un pesadilla, es todo.- dijo, riendo.

-Buenos días para ti también- dije y la bese en la mejilla, lo cual la hizo arquear una ceja, pero solo ocultó su rostro en mi cuello, sentí su respiración y sentí escalofríos correr mi cuerpo entero.

-Tienes que ir a la escuela- dijo ella mientras se movía un poco-.

-No necesariamente- dije sonriendo mientras cerraba los ojos y acariciaba su hombro.

-Si, necesariamente si- dijo ella mientras rozaba su nariz en mi piel.

-Tengo que cuidarte- dije respondiendo- No quiero estar estudiando literatura cuando puedes estar a punto de desmayarte- dije serio y ella me miró, con una sonrisa tan hermosa que me daban ganas de hacerla desaparecer a punta de besos nada suaves.

-Me puedo cuidar sola- dijo Segura de si misma y solo pude desear tenerla entre mis brazos toda la tarde, ella me llenaba de deseos y esperanzas, pero aun sentía que todo esto estaba mal.

-Está bien- dije, suspirando mientras intentaba levantarme.

Me senté en el borde de la cama y sentí como ella se acercaba hacia mi, me abrazó por los hombros y yo tomé sus brazos, eso fue mas que suficiente para hacerme sonreír.

Audrey me besó en la mejilla nuevamente, la mire a los ojos, ella intentó hacer lo mismo, pero estaba demasiado nerviosa como para sostener la mirada, tomé su mejilla y me acerqué a ella, para chocar suavemente su frente con la mía- Por favor, cuídate- le pedí mientras cerraba los ojos.

-Tu igual, no olvides a donde iremos, por favor- pidió ella, mientras ponía sus manos en mis hombros- Necesito saber que hacer ahora, Boris, no tengo nada- susurró- No sé de donde vengo, ni porque pasó todo esto.

-Mentirosa- le dije, sonriendo- Me tienes a mi.- dije y roce su nariz repetidas veces, para luego besarla en esta, e irme a casa, a arreglarme.

Hoy iba a ser un buen día.

𝕽𝖔𝖇𝖇𝖊𝖗𝖘 [𝕭.𝕻]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora