𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙫𝙚𝙞𝙣𝙩𝙞𝙘𝙞𝙣𝙘𝙤

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𝐀𝐔𝐃𝐑𝐄𝐘.

Cuando supuse que todo debía ser mejor para ambos, comenzó la pesadilla.

En mi clase de doblaje conocí a un chico, se llamaba Adrián, cabello marrón, lacio, lentes redondos y ojos verdes, apuesto sin duda, pero no podía fijarme en el de esa manera, era 3 años mayor, y aunque eso era lo menos relevante, no me sentía cómoda.

-Leímos Macbeth...- me explicó- Pero no entendí, ¿Cómo demonios va a seguir la sangre ahí si se lavó las manos repetidas veces?- cuestionó, estábamos en un banco enfrente del "instituto" edificio, yo tomaba de una botella de agua mientras el optó por un café en Starbucks.

-Sigue ahí, porque sigue la culpa, Lady Macbeth sigue sintiendo la culpa en ella, por eso, la sangre no se va.- explique sin ganas.

-Ah, creí que era por...- Un "¡Que demonios!" Interrumpió, un acento específico ruso se dejo escuchar.

-¡Boris!- Me alegré de verlo, me levanté y lo abracé, él me abrazó de vuelta.

-¿Quien es este tarado?- Preguntó, y le di un golpe en el pecho en forma de reprenda.

-Mi amigo, Adrián- Aclaré ligeramente enojada, Boris se giró hacia Adrián y lo miró con asco-.

-Mira, niño mimado.- Adrián lo miró ofendido, pero si, lo era, bueno, digamos que si, su ropa cara y su acento semi ingles lo dejaban claro.- Ella, es mi pequeña, MI novia, ¿entiendes?- Preguntó, después de escupir un "imbécil" en ruso, me tomó de la mano con fuerza, me quejé pero siguió su camino, después de una larga caminata en donde me estrujó los dedos, se detuvo a unos pasos de su casa, me volteó a ver y me empujó.

-¿¡Que te pasa, imbécil!?- Grité, confundida y enojada, rápidamente lo empujé de vuelta.

Boris no dijo nada, corrió hacia mi y me tiró al suelo, esto era demasiado extraño, comenzó a golpearme y yo lo golpeaba a él, la arena y el ardiente sol no ayudaban, intente arañarlo, golpeé su estómago, pero era tanta la rabia que expresaba que no fue mucho, uno de sus golpes llegó a mi ojo, el cual, fue la copa que derramó el vaso, con mi última voluntad, le golpee la nariz con fuerza, haciendo que cayera de lado y dándome un escape, él sólo se cubría mientras la sangre corría por su mano, me ardía el ojo y el labio, seguramente estaba roto, lo mire, exaltada, nerviosa, confundida y una nueva emoción.

Estaba asustada, asustada de Boris.

-¿Porqué demonios hablabas con ese chico?- preguntó- ¿Que no soy claro? ¡Eres MI novia!- recalcó- ¡No tienes ningún derecho de parecer una zorra con chicos tan imbéciles como ese!- me gritó-.

No sabía que decir ni pensar, salí corriendo hasta llegar a casa, sentí lo mismo que sentí ese día que corrí hacia ese parque.

Sentía que iba a morir.

¿una zorra? ¿eso era para Boris, una zorra? Eso sin duda era nuevo, nunca me había llamado así, nunca me había golpeado así, nunca pensé que las cosas tomarían este rumbo.

Entre al baño y me mire el ojo, aunque no se inflamó, la parte del pómulo si estaba roja y dolía tocarla, el labio, roto, claro esta.

No entendí que sucedió, nunca había sido así, y era algo que me aterraba, ¿Quién era ese? No era un Boris ebrio, estaba consciente de sus actos, ¿uno celoso? Quizá, pero, ¿Por qué me atacó? No me encuentro lógica para todo esto. 

Mientras estaba tomando un baño para pensar las cosas, la puerta se abrió, Boris estaba en el marco, ojos rojos y rastros de lagrimas secas en sus mejillas.

-Hey.- Me llamó, pero lo ignoré, estaba demasiado enojada como para hablarle.- Vamos, no me ignores, cariño...- Se acercó y se sentó a mi lado, me cubrí con los brazos y básicamente me hice bolita, abrazando mis piernas y apoyando mi mejilla en mis rodillas.- Vamos, cariño tenemos que hablar- pidió.

Lo miré- ¿Que?- Pregunté en el tono más seco que pude producir, el se acercó y me besó, sin respuesta por mi parte.

-Lo siento, nena, lo siento, no se que demonios me pasó ahí, pero no era lo que quería hacer, solo... Me deje llevar por a rabia, pero realmente te amo, nena.- dijo y dudé de sus palabras.

Digo, ¿Cómo puedo confiar de el después de temerle?
Aquel golpe fue diferente, ya me había peleado con el de esa manera, y me daba igual, pero, ¿Por qué ahora si es diferente? Quizá fue por el miedo, supongo, no podía darme una idea clara porque en ese momento mi mente no estaba clara, ¿Como podía ser amor lo que sentía por mi cuando me había tratado como si fuera su peor enemigo? ¿Como podía pensar en que era el mismo chico que juro amarme y llevarme consigo hasta el fin del mundo?

¿Como nuestro amor pasó a ser sangre y gritos que dolían en la garganta?


𝕽𝖔𝖇𝖇𝖊𝖗𝖘 [𝕭.𝕻]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz