𝙘𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙘𝙪𝙖𝙧𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙮 𝙘𝙪𝙖𝙩𝙧𝙤

706 85 70
                                    


𝐀𝐔𝐃𝐑𝐄𝐘.

-¡Pequeña tonta!- Grito Malcolm al verme entrar al departamento, junto a Tom, se tiraron sobre mi a abrazarme, cayendo los tres al suelo.

Estaba feliz de verlos, necesitaba hacerlo después de todo lo vivido, sin más, entré junto a Boris, si, él estaba conmigo, decidimos intentar bien las cosas, así que era momento de presentarlo a mis padres, ya que me pareció lo más apropiado.

-¿Y este joven?- Preguntó Malcolm mientras miraba a Boris, impresionado.- ¿Por este chico dejaste a Tom?- Preguntó y comencé a reír.

-Tom, Malcolm, no es nadie nuevo, él es Boris.- Dijo y ambos lo miraron sorprendidos, pensé que lo iban a golpear en cuanto me pidieron que hiciera café, pero claro, me quedé escuchando la conversación, solo un poco.

-Se que me equivoqué en el pasado.- Boris comenzó por decir.- Pero quiero recuperarla, me di cuenta de que fui un total idiota al hacer lo que hice, y no pienso perder al amor de mi vida nuevamente.- Admitió y no pude evitar sonreír.

-Llegas a lastimarla nuevamente, y yo mismo te voy a arrancar las malditas...-  Antes de que se acabara la frase, solté un grito, me quemé sin querer; el primero en aparecer fue Boris, me preguntó que había sucedido, le expliqué, y puso mi mano debajo de la llave del lavaplatos.

 El resto de la tarde fue agradable, quedaron encantados escuchando algunas de sus historias sobre como recorría el mundo, esta charla fue mucho más divertida que las charlas con Tom, y lo más lindo de todo, es que en ningún momento soltó mi mano.

Cuando se hizo tarde, Boris se quedó a dormir en el sofá, pero no quise dejarlo solo ahí, el se negaba a ir a mi habitación, hasta que lo obligué, estábamos abrazados y enredados en las sábanas, y estaba a nada de dormir cuando abrió la bocota.

-¿Nunca has pensado en mudarte?- Preguntó y suspiré.

-Si, pero no he encontrado el lugar ideal por ahora, estoy bien aquí- Respondí y suspiré.

-¿Y si nos mudamos juntos?- Preguntó y lo miré, sorprendida.- ¿Qué?

-¿Hablas enserio?- Pregunté incrédula.

-No pienso mentirte nunca más, así que si.- Dijo serio y comencé a reír.

-5 meses.- le expliqué.

-¿5 meses?-.

-Si nuestra relación dura más de cinco meses, quizá y me lo pienso.- Él fue quien comenzó a reír por lo que dije.

-Está bien, me gusta tu idea.- Agregó y finalmente me dejo dormir.

Los días se volvieron rápidos a su lado, solíamos pasear casi todos los días, íbamos al museo, a bailar, a comer, a pasear por Central Park o a disfrutar de un buen acto en Broadway, simplemente éramos felices.

Theo, por su parte, decidió no casarse con Kitsey, le explicó todo a la señora Barbour, quien se puso triste, pero aceptó las cosas. Ahora, cada jueves, voy con ella a tomar el té, de cierta manera, me recuerda a Nana, ambas, mujeres maduras que me cuidan y me enseñan sobre arte, porcelanas y té.
Mi querido amigo comenzó a viajar para hacer rembolsos,  ya que había vendido varios muebles haciéndolos pasar por originales, cuando tenían piezas de repuesto puestas por Hobbie, lo cual casi destruye el negocio, pero Theo estaba actuando como adulto y estaba resolviendo todo lo que había hecho; el nuevo Theo tan decidido y tranquilo, me gustaba muchísimo más.

Pippa seguía viviendo en Londres, ahora vivía con su novio y estaba más que encantada con Boris, se llevaban bien, y cada que salíamos, Pippa me decía lo mismo.

"Ese vestido de novia se vería perfecto en ti"

La condición de los 5 meses llegó a su fin, teníamos una relación de siete meses ya, pero nunca hablamos sobre el tema de nuestra vida juntos.

Fue hasta mi cumpleaños, en el que desperté y no había nadie, ni siquiera me dejaron una nota o un "felicidades", nada, fue hasta la tarde, que Boris apareció con un tulipán en la mano.

-Feliz cumpleaños, mi cielo.- Me felicitó riendo antes de besarme.- Ponte un vestido, nena, tengo una sorpresa que mostrarte.- Dijo y comencé a reír, me puse un vestido sencillo naranja y un suéter de rayas, junto a unos tacones (no tan altos) de color negro y un maquillaje sencillo.

Salimos y pidió un taxi (lo cual es extraño teniendo en cuenta que incluso tiene un chófer).
 El camino fue tranquilo, entre susurros y pequeños picos tímidos entre nosotros, llegamos a nuestro destino, pero antes de bajar, me puso algo en los ojos, dejándome sin poder ver nada.

Sentí que entramos a un lugar, subimos un ascensor y abrió una puerta, no sabía en dónde estábamos ni que hacíamos ahí, pero en cuando me quito lo que me había puesto (una bufanda) no podía creerlo.

Todos mis conocidos, incluso Pippa y la señora Barbour estaban ahí, con un pastel en el centro de una mesa, mientras me decían "feliz cumpleaños" miré a Boris, confundida y él miró sonriendo.

-Feliz cumpleaños, Audrey.- Dijo y me dio una llave.

Ese lindo apartamento era nuestro.

Abracé a todos y celebramos, reímos y comimos, hasta que se fueron, Boris y yo nos quedamos solos.

-No debiste, simplemente... Esto es demasiado.- Admití sorprendida del lugar tan bonito en dónde íbamos a vivir desde ahora.

-Para nada, es solo un pequeño apartamento en dónde vamos a vivir, ¿Sabes lo mejor? Que me equivoqué.- Lo miré sin entender y se rio.

-Cuando éramos más niños, ¿Recuerdas que te dije que ibas a terminar casada con alguien que si valiera la pena? Llegué a tiempo para evitarlo.- Recordó riendo mientras le daba un golpe en el hombro.- Y tampoco conseguí la alfombra, así que mi predicción no se cumplió, que bueno...- Suspiró y comencé a reír mientras ponía los ojos en blanco.

-¿Dónde vamos a dormir?- Me preguntó, yo hice una cama improvisada con sábanas y almohadas, la señalé- Bueno, mira el lado positivo, podemos divertirnos sin que suene mucho- Sugirió de forma coqueta y reí nuevamente.

-Eres un imbécil.- Agregué , antes de besarlo con necesidad.

𝕽𝖔𝖇𝖇𝖊𝖗𝖘 [𝕭.𝕻]Where stories live. Discover now