5. Voces en la Niebla

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"¿Por qué está aquí? ¡Debería estar en casa! ¡Steve regresa al mediodía!" insistió Elizabeth enojada.

"Escúchenme, chicas. Sé que tal vez les cueste comprender lo que voy a decirles, pero quiero que lo intenten, ¿de acuerdo?" C aguardó a que las niñas asintieran. "A veces damos algunas cosas por sentado. Como que el sol sale por la mañana y que no hay escuela el domingo."

"O que el agua del mar es salada," acotó Melody Star apretada contra su pecho.

"Exacto. Con las personas ocurre lo mismo. Ustedes saben que mamá y papá las aman, ¿no? Como yo sé que Nahuel me ama. Y es igual con nuestros amigos, y todos los que nos rodean. Sabemos a quién le caemos bien y a quién no, y no precisamos preguntarlo todos los días, ¿verdad?"

"Mami nos dice que nos ama todos los días," terció Melody.

"Papá también," agregó Elizabeth.

"Y yo se lo digo a Nahuel. A los padres nos gusta hacerlo para que ustedes, hijos alocados, no vayan por allí olvidando que los amamos."

Melody rió cuando C le hizo cosquillas.

"¿Y eso qué tiene que ver con ellos?" preguntó Elizabeth.

"En las parejas es igual, Liz. Tu mamá y tu papá estuvieron juntos muchos años. Desde antes que ustedes nacieran, ¿verdad? Bien, cuando pasas tanto tiempo con alguien, te acostumbras a que la otra persona te ama. Asumes que puedes dar por seguro el amor de esa persona."

"Pero mami dice que ella ahora ama a Steve," objetó Melody, ignorando el gesto de Elizabeth para que no interrumpiera.

"A veces la gente cambia, Star," respondió C con paciencia y afecto. "¿O acaso te gustan los mismos dibujos animados que veías hace dos años? Todos cambiamos todo el tiempo. Sólo que cuando eres pequeño, se lo llama crecer. Y en ocasiones, sucede que dos personas que están en pareja cambian en formas diferentes. Y las cosas que les gustaba compartir, las cosas que los llevaron a estar juntos y amarse, ya no los atraen. No sé si comprenden lo que quiero decir."

Oculto en la bruma, Stu se cubrió la boca con una mano, sobrecogido al escuchar a C explicarles algo así a sus hijas, en esa forma rebosante de afecto y comprensión. Y ellas la escuchaban con atención, protegidas y abrigadas entre los brazos de esta mujer que, al fin y al cabo, era una extraña para ellas.

"¿Es por eso que mamá dejó a papá?" preguntó Elizabeth.

"Sí, Liz."

"¿Ahora le gusta compartir cosas con Steve?" intervino Melody.

"¿Y entonces por qué vino a verlo?" objetó Elizabeth.

"Eso no puedo saberlo con seguridad, Liz."

"Bien, pero, ¿qué piensas?"

C se tomó un momento antes de responder, "¿Recuerdan lo que acabo de decir, acerca de asumir cosas, darlas por sentado? Bien, tal vez tu mamá creyó que ya no amaba a tu papá y por eso lo dejó. Para ser honesta, para no mentir, lo cual es difícil y valiente. Pero ella estaba segura de que él la seguía amando."

"Sí, siempre se lo dice a su amiga Lorna," asintió Elizabeth. "Que papá sigue enamorado de ella y siempre trata de reconquistarla. ¡Hasta pensó que tú no existías! ¿Puedes creerlo? ¡Pensó que papá había inventado lo de ir a conocerte para darle celos!"

"Pero ahora ya sabe que sí existes," dijo Melody. "Y que eres la novia de papi. Y no le gustó nada cuando lo supo."

"Sí. Ayer a la mañana la encontré revisando mi teléfono. Lo dejó apenas me vio, pero se olvidó de cerrar la galería. Estaba viendo las fotos de Hawai. ¿Recuerdas esa fotografía que tomó Kayla en la escollera? Ésa en la que papá te está abrazando a ti, y Nahuel nos abraza a Mel y a mí. Mamá la miraba como si no pudiera creer lo que veía."

A Un Lado - AOL#3Where stories live. Discover now