22. Abril

54 19 7
                                    

Finnegan escuchó con interés las novedades. La chica de los teclados había vuelto, y alguien que C juraba que él había conocido en su casa era el nuevo primer guitarrista. Ella volvería a tocar la segunda guitarra. Ya tenían baterista y habían confirmado bajista hacía sólo dos días.

"¿Entonces ya están?"

"Tal parece."

"Mierda, pendeja. ¿Rearmaste la banda en sólo dos semanas?"

"Sí, señor."

"¿Y los chicos? Creí que eran tus amigos."

"La mística de la banda de amigos es un mito del siglo pasado, Ray. Esto se convirtió en una cuestión laboral cuando firmamos con Vector, y no me voy a quedar sin este empleo. Así que al diablo con los cuatro años de trabajo y sueños compartidos. No pagarán mi renta."

"Ya veo. Creí que lo sucedido te pesaría más."

Por toda respuesta, C le envió un audio.

"Es End," le dijo mientras Finnegan lo descargaba. "No le prestes atención a la primera guitarra, que es Cris jugando. Fíjate lo que hizo Caló con mi base."

Finnegan se tomó su tiempo para escuchar la grabación no una, sino tres veces.

"Es extrañísimo," murmuró luego, retomando la llamada. "Pero parecería que ésta es la verdadera canción. Como si todos estos años hubieras estado rondándola en vez de tocándola. ¿Cómo es posible?"

"¿Verdad?" asintió ella sonriendo. "Yo sentí exactamente lo mismo. Oh, y la grabación es de la segunda vez que tocamos esta versión."

"¡Que te den, pendeja! ¿Pretendes que crea que no la habían ensayado antes?"

"La versión normal sí, varias veces, y ayer por primera vez con todos los instrumentos. Pero esta 'versión sucia' de Caló es de esta misma tarde. La tocamos una vez y luego la grabamos, que es lo que acabas de escuchar."

"Imposible," gruñó Finnegan, volviendo a reproducir el audio.

C aguardó a que terminara sin dejar de sonreír.

"¿Quién es la mujer que te insulta en el corte?"

"Oh, ésa es Natalia, la baterista."

"¿La baterista?"

"Es todo un personaje, Ray. Veterinaria de profesión, baterista por vocación, separada de un tal Rodrigo y casada en segundas nupcias con Aylín, otra separada, madre de una niña de dos años."

"Así que tres mujeres y dos hombres. Tres heteros y dos gays. Háblame de bandas inclusivas," rió Finnegan.

"Somos una banda moderna. Tres solteros y dos casados. Tres con hijos, dos sin hijos."

"¿Y las edades?"

"Elo y Caló son los menores, en sus treinti. Yo con cuarenta, y Natalia y Max un par de años más."

"Mucho más parejo que antes con respecto a ti."

"Sí, gracias a Dios ya no soy la tía rockera. Ahora somos un atajo de vejetes inmaduros."

Volvieron a reír, hasta que C meneó la cabeza suspirando.

"Todos ellos pasaron un año o más buscando un proyecto serio para comprometerse, y yo perdiendo tiempo con los chicos," dijo con amargura. "Imagínate que hace más de seis meses que conozco a Caló y descubrí que tocaba la guitarra hace sólo tres semanas. ¡Con lo bien que toca!"

"No seas tan dura con los chicos, ni contigo misma."

C le envió otro audio.

Finnegan frunció el ceño al escucharlo, desconcertado. Sí, era Hesitation, pero...

"¿Cuándo grabé esto?" preguntó. "¿Es de cuando ensayamos con los chicos?"

Ella le obsequió una sonrisa burlona. "No eres tú, Ray. Es Caló. Se basó en lo que tú tocaste esa tarde, para el sonido y para las notas."

Los ojos del guitarrista se abrieron de asombro.

"¿Ahora comprendes por qué no estoy triste?" terció C, aunque tampoco sonaba alegre. "Caló y Elo ya conocían las canciones, y aun así nos hemos pasado las últimas dos semanas entre seis y ocho horas por día ensayando. Y no las acortamos cuando llegó Natalia hace diez días, y menos ahora que completamos formación con Max. Somos todos iguales. Nos vamos con los dedos sangrando y los hombros rotos, y ellos llegan a su casa y siguen practicando, para aprender mejor sus partes y no hacer que los demás pierdan tiempo en los ensayos. Mariano y yo no lo podemos creer, acostumbrados a Beto, que faltaba a los ensayos para ver partidos de soccer local." Resopló con una mueca exasperada. "Cada vez que escucho estas grabaciones siento exactamente lo que tú dijiste, Ray: éstas son mis canciones. Tal vez no las que compuse, sino las que soñé. Hasta ahora, nadie más que tú lo había comprendido, nadie había logrado captar su significado y plasmarlo en música. Pero ellos... Mierda, Ray, es obvio que no te llegan a los talones, pero por primera vez vuelvo a sentir cosquillas en el estómago al cantar End, y me pierdo en Hesitation. Tocar con ellos es casi como tocar contigo."

"¡Ah, no! ¡Ahora estoy oficialmente celoso!"

Mientras reían una vez más, los ojos de Finnegan se alzaron de su teléfono. Ignoró la mirada escrutadora de Stu al otro lado del pasillo del autobús y siguió conversando con C como si nada.

"¿Qué?" exclamó un momento después. "¿Cómo que van a salir a tocar en una semana? ¿Se han vuelto locos?"

"Pues sí. Mariano ya tenía las fechas confirmadas. Tuvimos que cancelar todas las de este mes, y no queremos tentar la paciencia del Gran Jefe."

"Es una locura. Necesitan al menos un mes más."

"No creo. Para mí, ya sonamos mejor que los chicos en los dos últimos meses. ¿Recuerdas Cosquín, el festival grande?"

Finnegan asintió con una mueca. "Sí, es cierto."

"Y continuaremos ensayando cuanto sea necesario mientras viajamos. Vamos, que O'Rilley se aprendió casi treinta canciones en un mes cuando se unió a Slot Coin, ¿verdad? Nosotros tenemos la mitad, así que no debería ser problema. Tú los has escuchado, ¿qué opinas?"

Finnegan volvió a asentir, ahora con sonrisa afectuosa.

"Que parece que al fin has encontrado tus alas, amiga. Esta vez lo lograrás. Y bien que te lo has ganado."

"Cállate, pendejo. No te pongas tierno que me harás llorar."

"¡Hey! ¡No me culpes a mí por ser una manteca!"

Rieron una vez más y Finnegan advirtió que el autobús aminoraba la velocidad. Brad Johnson venía desde los asientos posteriores y se detuvo frente a él.

"Parada para almorzar, Ray," le dijo. "Sé buen chico y deja el teléfono por un rato."

Finnegan se despidió de C con una última broma y acordaron que volverían a hablar a principios de la semana siguiente, porque él quería saber cómo les había ido en su primer show.

A Un Lado - AOL#3Where stories live. Discover now