51. Una Reunión de Músicos

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Stu se cambió en tiempo récord. Vistió sus bermudas favoritas, su camiseta negra de Led Zeppelin y tenis de lona, sin calcetines. Antes de dejar su suite, se asomó al balcón y miró hacia el rincón donde C lo esperaba. Una sonrisa se adueñó de sus labios al divisar la figura clara junto al fuego, entrevista en medio de las siluetas oscuras que se movían a su alrededor.

Una profunda calma lo acompañaba al esperar el elevador, desaparecida toda su urgencia. Ella estaba allí, a su lado. Y a pesar de la actitud defensiva que esgrimiera en su última conversación, en el momento de volver a estar frente a frente se había olvidado de todo entre sus brazos. Como antes, como siempre, como él soñara.

Cruzó el jardín a paso tranquilo, no lo sorprendió escuchar el sonido claro de una guitarra elevándose en la noche de verano. Había demasiados músicos allí reunidos para que ninguno hubiera decidido que era hora de tocar junto al fuego como si estuvieran en una playa californiana.

Aquel rincón estaba cerrado por un tabique de jardín cubierto por enredaderas, el fogón rodeado por sillones con cojines grandes y mullidos.

No reconoció la voz ni la canción cuando entró a ese sector y se detuvo a saludar a Pat Smear y varios más. Pero se olvidó de todo al escuchar cantar a C. Entonces se abrió paso entre amigos y conocidos hasta el fogón. Ella estaba sentada en un sillón al otro lado del fuego, en medio del tal Jared Leto y un muchacho más joven, los dos tocando la guitarra. Leto cantaba y ella lo acompañaba con una segunda voz una octava más arriba.

Stu advirtió que todos los que estaban allí se habían vuelto hacia ellos para escucharlos, y la expresión complacida de Leto, que cantaba mirándola a los ojos y asentía sonriendo cada vez que ella intervenía.

En otro momento tal vez Stu hubiera sentido un asomo de celos. Pero no después de cómo lo había recibido C. De modo que se procuró una cerveza y fue a pararse junto a Nahuel, que había apoyado su cámara sobre el borde del fogón para filmar a su madre. El chico estrechó su mano e intercambió un guiño con él.

"Casi no me diste tiempo de apuntar la cámara hacia otro lado cuando apareciste," le dijo en un susurro. "Por suerte no transmití en vivo para todo el mundo cómo se besaban."

"Te debo una," sonrió Stu.

El rincón se llenó de aplausos y silbidos cuando terminó la canción, y Leto rodeó los hombros de C para besarle la mejilla con una gran sonrisa. Ella se ruborizó, las manos unidas frente a su boca, feliz y cohibida. Alguien les tendió cerveza a los tres mientras Leto estrechaba la mano del otro guitarrista muy contento.

Nahuel volvió a tomar su cámara y se acercó a su madre, seguido por Stu. Ella enfrentó a su hijo con naturalidad, apantallándose la cara para superar su ataque de timidez, y dijo algo en español, que repitió en inglés.

"Suficiente vergüenza por una noche. ¡Nos vemos mañana para las pruebas de sonido!"

El chico apagó la cámara y le dijo algo. Ella se puso de pie asintiendo con sonrisa afectuosa. Nahuel se volvió para marcharse y palmeó el brazo de Stu.

"Tengo que trabajar," le dijo. "Hasta mañana, Stewie."

"Hasta mañana, muchacho."

C se detuvo junto a Stu sosteniendo su cerveza con ambas manos, y vieron marcharse al chico lado a lado. Él no reprimió su impulso de rodear su cintura con un brazo. La sintió estremecerse y giró para enfrentarla. De pronto la sonrisa de C parecía un poco forzada.

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⏰ Last updated: Jul 31, 2023 ⏰

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