Entre lobos... (2)

Capítulo 3

Shaya

Ser yo es un verdadero asco. Mamá murió cuando tenía menos de dos luna, papá hizo lo que pudo conmigo aunque la crianza no era lo suyo, Lala no me toma mucho en cuenta, y mi hermano mayor fue exiliado de la manada. Y todo eso, agregando el que soy el más pequeño de toda la manada a pesar de que ya soy casi un adulto. Ser yo es un verdadero asco.

Cuando Kaila llegó a la manada, le hizo el favor a papá de ayudarme en mi desarrollo. Al principio nunca conseguía encontrarme, ya que yo quería encontrar a Sura para que me dijera por qué ocurrió todo eso. Pero cuando lo encontré, me di cuenta de que había cambiado. De alguna forma, ya no era mi hermano.

- ¡¿Shaya?! - me llamó Kaila - ¡Shaya, vamos de cacería con Inu!

- Genial...

Luego de una corta e inútil conversación sobre cobardía, llegamos al río en donde Inu nos esperaba. Y como siempre, babeando por Kaila.

Pasamos un rato buscando liebres. Y yo fui el primero en encontrar sin problemas, y que mi olfato es mucho más agudo de el de Kaila e Inu..

- Bien - dijo Inu - ahora solo debes perseguirla, y atraparla por donde sea...

- Sí... Ya lo sé...

- ¡Ahora! - dijo Kaila.

Encontrar y perseguir no eran problemas. Mi verdadero problema era cazar la liebre, ya que no conseguía matarla, y mi boca no era tan grande como para matarla de un mordisco. Al final, se acabó escapando.

- Si no consigues clavarle el colmillo, intenta usar tu peso para tu beneficio.

-¡¿Y cómo demonios esperas que lo haga?!

- Calma... - dijo Kaila - Ya pronto lo lograrás...

- ¡Tengo ya once lunas! ¡Me falta una luna para mi presentación! ¡Y ni siquiera soy capaz de atrapar una estúpida liebre!

- Suficiente... - apareció papá - enfadarte de ese modo no hará que atrapes más liebres.

- ¡Soy un completo inútil!

- A la guarida, ahora. - Inu y Kaila no dijeron nada.

Tengo once lunas, y papá no me ha hechado de la guarida. Debe de pensar que soy un inútil, y que no podría sobrevivir por mi cuenta.