Entre lobos... (2)

Capítulo 20

Liv

Fue mi primera noche en la guarida sin Unan a mi lado. Hacía frío. Y me sentía muy sola.

Por largo tiempo intenté dormirme. Pero a pesar de lo cansada que estaba,  no lo conseguí.

— ¡¿Liv?! — era Henno — ¡¿Estás aquí?! — dejó caer una liebre en la entrada — te traje esto, no has comido en un par de días...

— Gracias... Pero no tengo hambre... — dije dándole la espalda sin levantarme.

— Hermana... ¿Estás bien?

— Una criatura que nunca nadie había visto antes se llevó a Unan sin hacer el más mínimo esfuerzo — levanté la mitad de mi cuerpo para mirarlo — ¿Cómo crees que me siento?

— Perdón... No quise...

— Olvídalo... Solo... Déjame sola.

— Está bien yo... Vendré más tarde.

— Como quieras — volví a recostarme. — Adiós.

No salí en todo el día, y vi como los pájaros comenzaban a picar la liebre que Henno me había traído, pero no me importó.

— ¿Liv?

— Qué quieres Coddy...

— Hermana... — entró — no tiene caso que hagas todo esto. Eso no traerá de vuelta a Unan.

— Ya lo sé...

— No te deprimas...

— Si hubiera sido Lena, estarías igual que yo.

— Sí, pero...

— Se lo dije a Henno y te lo diré a ti. Déjame sola... Ya vete.

— Bien... — salió fácilmente de la guarida — intenta dormir algo ¿si?

Al caer la noche, el sueño me venció y caí dormida sin ningún esfuerzo. Esa noche soñé con Unan. Estaba frente a mí sin hacer nada en especial, solo mirarme fijamente con ojos brillantes, y una sonrisa triste. Yo intenté acercarme, pero él retrocedió y dijo con voz fuerte y un poco quebradiza: "Tú eres más fuerte que yo... Sabrás vivir sin mi...". Le rogué que no se fuera, y le prometí que lo encontraría. Entonces sonrió, y dijo orgulloso: "Sé que lo harás...", y comenzó a aullar.

— ¡Unan! — grité al despertar.

Salí de la guarida para despejar mi cabeza, y entre el silencio de la noche, un ligero ruido llamó mi atención.

— Eso es... — me di cuenta de que era un aullido. Pero era tan lejano, que apenas podía oírlo. Y provenía de las montañas. — Unan...