Capítulo 34

21 5 0
                                    

Sajer

Dejé que Tommen me mostrara lo que lo había hecho actuar extraño.
- ¿Por qué nos ocultamos con tanta precaución?
- Porque de nada nos sirve si nos atrapan. - volteó a mirarme fijo - escúchame muy bien... - dijo con seriedad - no importa lo que veas... No salgas, y no dejes que te vean.
- Esto sería más fácil si me dijeras por qué te importa tanto.
- No me importa tanto como te importará a ti.
- Ya déjate de rodeos... - se hizo a un lado para darme paso - y dime de una buena vez qué es lo que... quieres... que... vea... - me quedé sin palabras. Ahora entendía qué era eso tan importante que quería que viera.
- Mi hermano... - sentí el corazón en la garganta. - por qué...
- Calma... - murmuró - si nos descubren estaremos igual que ellos...
- ¡¿Pero qué hacen ellos aquí?!
- ¡Baja la voz! - gritó en voz baja - ¡Harás que él nos encuentre!
- ¿Él?
- Si ellos están aquí, eso significa que los otros perros también.
- ¡¿Cuáles otros?!
- Colosso y Sever...
- Tengo que... - di unos pasos hacia adelante, pero Tommen se interpuso - ¿pero qué estás ...?
- No puedes solo ir y esperar a que no pase nada...
Odiaba admitirlo, pero tenía razón. No podía ir y esperar que nadie me atacara. Pero Shaya estaba ahí, junto con otro lobo el cual me parecia conocido de algún lado.
Como ya era de noche, creí que podría ir e intentar sacarlos; pero unos perros de gran tamaño parecían estar haciendo guardia.
- Debo ayudarlo...
- No puedes hacer nada por ahora. Si te ven, no pensarán dos veces en matarte.
- Pero...
- Agáchate - murmuró.
Un humano acompañado de un perro aparecieron del interior del bosque. Y en las manos del humano había algo que parecía pesado y que arrastraba.
- Este olor... - dije. Los gruñidos de Tommen me tomaron por sorpresa
- Yo los distraeré y tu la sacas de aquí...
- Espera. - lo agarré del pelaje - ¿Qué vas a hacer...?
- Sabes tan bien como yo quién es la que está en esa red.
- Ese perro te matará...
- Pero estará a salvo contigo. - no tenía nada que ver con lo que yo había dicho - ¡Espera...!
No logré detenerlo; y en cuestión de segundos, Tommen ya había caído sobre el perro para llamar su atención, y derribado al humano para luego salir corriendo. Era mi oportunidad, y no podía desperdiciarla.

Entre lobos... (2)Where stories live. Discover now