Capítulo 86

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Shaya

Un par de humanos le quitaron la cadena a Unan; pero él no despertó.
Sever estaba siendo atacado por otro perro; pero otros humanos evitaron que este lo matara.
Los tres perros pequeños se fueron por donde vinieron.
Y yo...me quedé solo. Tal y como cuando estaba en mi hogar.
- Shaya... - esa voz me era conocida. Levanté la mirada.
- Papá... - sonreí con un poco de esfuerzo. - todo acabó...ya no hay forma de salir de aquí... Lo lamento por Unan, Tommen, Sever, y los cachorros...
- Qué me dices de tí.
- ¿De mí? Bueno... No tengo nada que decir. No es como que yo fuera una parte importante dentro de la manada o...en otro lugar. Soy un inútil.
- Claro que no lo eres.
- Ja - reí sarcástico - lo dices porque eres mi padre.
- Sabes que no.
- ¡¿Quieres mirarme bien?! ¡Estoy encadenado a un árbol sin hojas! ¡Nunca fui capaz de atrapar a una mísera presa! - me levanté y fingí una sonrisa - ¡Pero resultaba que la presa era yo!
- Cálmate.
- ¡Soy pequeño! ¡Lento! ¡Débil! ¡Y torpe! ¡¿Por qué debería importar si yo vuelvo o no?!
- Porque eres fuerte, listo, y posees una gran resistencia que no muchos tienen.
- ¡No quieras hacerme sentir mejor! Estoy muy consciente de lo que soy y lo que no soy, gracias.
- No creo que lo estés.
- Aquí no puedes pasar días intentando hacer que me calme. Ya déjame solo...
- Vaya, vaya, vaya ¿pero qué tenemos aquí? Me liberan, y lo primero que veo es que el coyote está solo; y además, hay un lobo con él.
- Colosso... - dije nervioso.
Papá era tan grande y fornido como Colosso; pero aún así me inquietaba que estos se pusieran a pelear, ya que Colosso tenía la ventaja de los humanos.
- Vete ahora - murmuré.
- Apenas acabo de llegar y quieres que este...formidable sujeto se marche? . - comenzó a rondarnos. - nunca creí que hubieran lobos así del otro lado. Aquí solo habían... Debiluchas y estúpidas criaturas que se hacían llamar "lobos". - papá lo seguía con la mirada y sin moverse.
- ¿Qué va a saber sobre lobos un perro arrogante que no es capaz de ver más allá de su nariz? - respondió serenamente.
- Así que arrogante y ciego - <<agreguen también estúpido por favor>>, pensé - te sientes con mucha confianza solo porque me igualas en porte ¿no?
- Seré de tu mismo tamaño, podré tener igual o menor fuerza que tú, habré ganado más o menos peleas que tú. Pero hay una cosa que nos hace muy diferentes...
- ¿Y eso es...?
- No tienes lo necesario para ser un verdadero líder. Eres tan cobarde como un conejo acorralado. - Colosso comenzó a gruñir - y estás empecinado en usar el miedo de los demás para tu beneficio.
- Soy el que da las ordenes aquí... Y todos me respetan.
- Pero tú no lo haces con ellos - continuó sin alterarse ni un poco - en algún momento caerás... - comenzó a caminar - y cuando eso pase. Sabrás a lo que me refiero.
- Quién dijo que podías largarte... - gruñó con rabia.
- De donde vengo, soy el alfa del territorio. - lo miró con cortesía - ese lobo que está ahí es parte de mi manada, por lo que si llegas a hacerle algo... - su expresión se volvió penetrante e intimidante. Tanto, que bajé la cabeza y la mirada por el nerviosismo - sabrás lo que es pelear con un alfa. Y sabrás quién de los dos tiene más fuerza en sus colmillos... - Colosso pareció intimidarse también; pero aun así continuó mirándolo mientras gruñía un poco más bajo que antes. - nos veremos pronto... "alfa" de este lugar... - y así, tan sereno como llegó, se fue. Así era él. Por eso era el alfa.
- No creas que tienes suerte - gruñó - mataré a ese lobo, y se arrepentirá de haberse metido conmigo... - se marchó.

Entre lobos... (2)Where stories live. Discover now