Capítulo 5

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Sajer

Después de la charla con esa tal Selim, volví a buscar el rastro de Tommen.

Caminé durante días en busca de algún indicio que me llevara con ese condenado lobo. Y durante las noches, dormía en donde fuera que pudiese de protegerme del frío.

— Me pregunto como están todos... — pensé en voz alta — ¿Y si no encuentro a Tommen? ¿Y si mientras yo estoy aquí, él está allá? — continué — ¿Qué clase de criaturas son esos tales "amos"? ¿Qué es exactamente Selim? Ella huele a lobo, pero también a otra cosa... Me causa curiosidad...

Entre pregunta y pregunta, acabé por dormirme. Hasta que el sol me dio en la cara para despertarme, y como bonus, un trozo de nieve derretida cayó sobre mí, haciendo que me levantara de un salto.

— Carajo... Que frío.

— ¿Sabes? En donde vivo no nos suceden esas cosas.

— Selim... ¿Cómo es que no logré percibir que venías?

— Quizás tu olfato no sea muy bueno.

— ¿Y el tuyo sí?

— Yo te encontré, y tú ni te diste cuenta de que lo había hecho ¿no?

— Tu olor me resulta muy extraño ¿no eres un lobo?

— Tú eres un lobo. — respondió — digamos que yo soy... Medio lobo...

— ¿Y qué es tu otra mitad?

— Perro.

— ¿Y eso qué es?

— Son básicamente lo mismo. Nos llaman "el mejor amigo del hombre"

— Qué es un hombre...

— Mi amo es un hombre.

— Como sea — quería ir al grano — ¿has visto a un lobo solitario por aquí? Se llama Tommen.

— Tommen... Oh, sí. La última vez que lo vi... Se dirigía a la zona de caza.

— ¿Zona de caza?

— Ahí los hombres ponen trampas para atrapar animales, o simplemente para atraerlos y hacer que nosotros los atrapemos.

— Hace cuánto tiempo fue eso...

— Hace unos... Diez días más o menos. Desde entonces no lo he vuelto a ver. Quizás cayó en una trampa.

— No... Tommen no es estúpido. No caería en ninguna de esas trampas. Sean lo que sean...

— Pues... Quizás yo pueda mostrarte... — el mismo llamado inentendible de la otra vez la interrumpió — oh, bueno, quizás la próxima vez. — un sonido como el silbido de los pájaros insistía en el llamado.

— ¡Espera espera! — se detuvo —... En dónde están esas... Trampas.

— Ah... Por allá, cerca de una aldea con varios hombres. Pero ten cuidado. No querrás que te disparen.

— Sí... Claro, lo tendré.

No entendí casi nada de lo que me dijo ¿aldea? ¿Disparar? Ni idea de qué significaba todo eso. Pero al menos tenía una pista de dónde encontrar a Tommen.

Entre lobos... (2)Where stories live. Discover now