Capítulo 37

21 6 0
                                    

Shaya

A la mañana siguiente, Unan y yo despertamos de golpe al oír un sonido fuerte, proveniente de una de las guaridas cercanas a nosotros.
- ¡¿Qué fue eso?! - exclamé asustado.
- No lo sé... - dijo Unan de la misma forma.
- Ya cállense... - dijo uno de los perros. El Colosso - no dejan dormir...
- ¿Cómo es que alguien puede dormir después de oír eso? - dijo Unan totalmente irritado.
- Bueno... - suspiró - a diferencia de sus vidas tan primitivas entre los silenciosos árboles. Nosotros estamos acostumbrados al ruido, y por eso no nos molesta en lo absoluto.
- Que vida más molesta. - dijo Unan.
- Sí que eres un lobo arrogante. Apuesto a que eras el más problemático de tu jauría.
- Manada - le corrigió - vivimos en manada.
- Como sea.
- Y no es de tu interés qué clase de lobo era en mi manada.
- Apuesto a que eras de esos que le hubiera gustado tener a cuanta hembra hubiera a tu alrededor.
- Tienes un concepto erróneo de mi - su sonrisa era cada vez más fingida, y apretando sus colmillos al punto de hacer rechinar levemente los dientes - pero si no mal recuerdo... Tú lastimaste a mi pareja... - gruñó - y de esa, no te salvas...
- ¿Estás amenazándome? - se levantó poniéndose frente a Unan - Por qué no me atacas... Eres un poco más pequeño que yo, pero más grande que ese...coyote... que tienes ahí junto.
- "Coyote..." - murmuré.
- ¿Me crees un idiota? - se burló - se muy bien que si te ataco, los humanos intervendrán. De seguro dependes de ellos para todo. - avanzó hasta donde la cadena alcanzaba - y apuesto a que...
- Unan... No lo hagas... - le murmuré.
-... Nunca has podido hacer algo por ti mismo...
- ¡Ahora sí que me encontraste...! - exclamó furioso con toda la intención de atacar. Pero antes de que pudiera siquiera tocarlo, un humano hizo un ruido algo extraño, y Colosso se detuvo.
- Anda... - dijo Unan con una sonrisa algo nerviosa - te llaman...
- Ya verás... - le gruñó - el humano no siempre estará ahí para evitar que te rompa algo... - El humano volvió a hacer ese ruido que parecía un llamado.
- Ya veremos quien le rompe qué a quien... - lo retó mientras Colosso se alejaba de nosotros. Parecía que este lo había intimidado un poco.
- ¿Por qué lo provocas...? - pregunté en voz baja - sabes muy bien que él sería capaz de matarte sin mucho esfuerzo.
- Es posible. Pero no le perdonaré el haber lastimado a Liv... Ese perro asqueroso me las va a pagar por eso...
La forma de actuar de Unan era bastante arrogante cuando Colosso estaba cerca. Pero era todo lo contrario cuando estábamos a solas. A pesar de todo, me parecía un buen tipo; alguien en quien se podía confiar sin importar lo que pasara.

Entre lobos... (2)Where stories live. Discover now