Capítulo 128

24 3 1
                                    

Shaya

Ya me iba cuando noté que la celebración estaba acabando. Los cachorros habían sido presentados, y las parejas comenzaban a caminar uno junto al otro para volver a sus guaridas.
- Shaya... - me habló Lala. Sever estaba a su lado - Papá quiere hablarte. - se veía alegre.
- Bien.
Cuando llegué con papá, supe de inmediato lo que quería decirme.
- Supongo que al ver que las cuatro manadas están unidas, no hay mucho que decidir.
- Es verdad.
- Aún así te lo preguntaré ¿Qué has decidido? ¿Cuál será tu camino?
- Lo sabrás cuando llegue el día. - Papá me miró con nerviosismo - ahora tú dime ¿cuál será mi prueba? - él sonrió.
- Haber sobrevivido más de dos lunas en ese lugar es suficiente prueba. - se puso de pie - en cinco días reuniré a la manada para que digas tu decisión. Y de paso, darle la bienvenida a Sever.
- Bien. Nos vemos.
- ¿A dónde irás?
- Por ahí... - sonreí. - al parecer ya no te preocupa tanto lo que pasa conmigo. Eso me hace sentir seguro.
- Ya entendí que has dejado de ser un cachorro... - se acercó a mí y juntó su frente con la mía. - siempre estuviste listo... - lo había entendido.
- Gracias, papá.
Cuando comencé a caminar, lo vi ahí, de pie, mirando cómo me iba, sin una pizca de pena o preocupación. Me sentía seguro de hacerlo. Y recordé algo importante.
- Oye... - levantó las orejas demostrando que me escuchaba - gracias por ser mi padre y mi madre cuando ella murió. Lo hiciste bien. De verdad. - él sonrió cerrando los ojos; y yo me fuí antes de que los volviera a abrir.

Ya había tomado mi decisión; y él lo sabía a pesar de no decírselo explícitamente.
Hacía tiempo que había comprendido que, a pesar de ser tan diferente a los demás lobos, no era lo mío pertenecer a una manada, ni mucho menos ahora que era tan grande. Siempre quise seguir el camino de Sura, seguir sus huellas; pero ese tampoco era el camino correcto. El camino correcto era aquel que yo haría con mis propias patas. Fuera del bosque. Lejos de todo lo que conocía y había conocido. Dejando mis propias huellas. Estaba listo para esto. Listo para emprender mi viaje. Después de todo, si quería volver, ellos aún estarían ahí.
Volteé para mirar el bosque que había sido mi hogar desde que nací. Los recuerdos que tenía me hicieron sonreír; y con una voz apasible dije:
- Adiós...



Fin.
🐺♥️🐺

Entre lobos... (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora