Capítulo 56

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Sajer


-Me duele... - decía en mi mente - mi pata... Duele mucho... Y no puedo moverla... - luego de un largo rato de pensar en mi dolor, me di cuenta de algo más importante - sigo vivo...

Abrí los ojos, pero lo único que logré ver fue oscuridad. No ver nada me asustó; y no sentir un olor conocido me puso aún más inseguro de la situación en la que me encontraba. Intenté levantarme, pero mi pata totalmente rígida me lo dificultó, y el que doliera me hizo caer, haciendo que doliera aún más.

Mientras gemía intentando hacer que el dolor pasara, una sensación cálida pasó por mi lomo. Una y otra vez. Había pensado que estaba solo; pero aquel olor me parecía vagamente conocido.

- Tranquilo... - era la voz de Selim.

- ¿Selim? - me di cuenta que no podía abrir mucho el hocico - ¿pero qué...?

- Tranquilo... Estarás bien... - parecía intentar tranquilizarme - mi humano te puso un bozal por seguridad para ellos.

- Por qué no puedo ver...

- Es para que no entres en pánico al estar en un lugar nuevo. O al menos es lo que ellos piensan.

- ¿Piensan que haciéndome creer que estoy ciego me hará estar tranquilo?

- Hasta ahora está funcionando...

- ¿Qué hay en mi pata? ¿Por qué no puedo moverla?

- Al parecer tu pata está rota. Mi humano le puso vendajes y algo duro para que mejore.

- ¿Por qué me ayuda y no me hace lo mismo que a los demás...?

- Porque tú salvaste a mi hermanita. Y esta es su forma de agradecer lo que hiciste. Además no eres como los otros; tu dejaste que él te acariciara, por lo que para ellos no eres una amenaza.

- Kaila - recordé - había una loba y un cachorro huyendo ¿Dónde...?

- Cuando llegamos solo eran tú y Sever. - pareció entender algo - espera ¿estuviste aquí y robaste un cachorro?

- Sí, yo...

- Estuviste en donde solo Gina puede entrar... - estaba algo interesada - ¿Qué hay dentro? ¿Qué hacen con los que atrapan? Nunca he oído nada mas que cachorros ahí dentro...

- Tengo que sacar a mi hermano de este lugar antes de que le hagan lo mismo que a los demás... - intenté levantarme, pero algo pesado me lo impidió - ¿Qué pasa?

- Es mi humano. Quédate quieto un momento.

La luz volvió a mis ojos; y vi a Selim, a su hermanita, y a un humano adulto que me ofreció un pedazo de carne parecido al que Tommen y yo habíamos robado la otra vez.

- Adelante... - dijo Selim.

- No creo que pueda comer con esto en el hocico...

- Tienes razón...

Selim intentó quitármelo, pero el humano hizo que se detuviera.

- A pesar de todo, los humanos le temen a todo lo potencialmente peligroso.

- ¿Soy potencialmente peligroso?

- Tú y todos los animales salvajes... Oye ¿que tal si le muestras que no eres un peligro?

- ¿De qué forma?

- Esta sería una buena opción... Solo haz lo que yo.

- Está... Está bien...

Entre lobos... (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora