Capítulo 93

23 2 0
                                    

Shaya

Colosso salió de la guarida en la que había entrado Sura; y se dirigió hacia la loba.
- ¿No es lindo tener a la familia reunida en un mismo lugar? - le preguntó con una sonrisa extraña.
- No sé de que me hablas - dio unos pasos atrás.
- Descuida, esta vez no te morderé... Se lo prometí a tu pareja. Lindos cachorros por cierto.
- No te acerques a mis hijos...
- Ahora que te veo bien, eres mucho mas pequeña que los demás ¿todas las hembras son así o solo eres tú? Hasta Selim es mas grande que tú.
- Y tú qué se supone que eres... - dijo el lobo de junto - ¿eres una especie de oso sin pelo o algo así?
- Que buena broma. El tal lobo llamado Unan dijo lo mismo cuando veníamos hacia acá. No cabe duda de que salieron del mismo lugar.
- Sí, allá los osos no son tan feos.
- Me impresiona que con esa herida aun puedas tener sentido del humor.
- Eso es porque no sabes lo que es un lobo...
- Será mejor que guardes el aliento, si  no quieres que yo te lo quite y acabe con todo esto...
- No creas que me asustas... Mejor, cree que si pudiera ponerme de pie, te rompería el cuello en cuanto pudiera. - Ese lobo era muy fuerte, ya que se puso de pie con la sangre aún goteando.
- ¿Cómo es que aún sigue con vida...? - musité.
- Me sorprende que seas tan resistente... - dijo Colosso - pero no te sirve de nada. Ni siquiera puedes quedarte así por mucho tiempo.
Colosso tenía razón. A pesar de que ese lobo se puso de pie con semejante herida, sus patas comenzaron a temblar; y su herida parecía abrirse por el esfuerzo.
- ¡Recuestate! - dije sin pensar - ¡tu herida se está abriendo mucho!
- Anda... Hazle caso al cachorro... - se rio - no hay nada de malo en ceder... - el lobo empezó a jadear; y sus ojos parecían luchar para no cerrarse.
- ¡Oye!
- No te... No te me...
- ¡Breogan! - exclamó la loba al ver que el lobo se había desplomado.
- Podría ser divertido...
Colosso volteó hacia las guaridas humanas y comenzó a ladrar frenéticamente para llamar su atención.
Un humano se acercó a nosotros y vio al lobo sobre el charco de sangre. Llamó a otro humano, y se llevaron la jaula a un lugar diferente.
- Por qué no lo llevaron con los demás...
- Por ahí no está el humano que ayuda a salvar la vida a los animales.
- Qué es lo que nos harán - preguntó la loba com recelo.
- Ah... Como le dije a tus amigos cuando llegaron. No tengo idea. Pero esos humanos que están allá llegaron hace un día mas o menos; y por lo general, suelen venir cuando compran cosas. Quizás se los lleven. Lo que sea que pase con ustedes no es de mi interés. Creo que iré a ver si ese engreído sobrevive...
Colosso se fue; la loba y yo nos quedamos a solas.
- No lo entiendo ¿por qué nos cazan?
- Los humanos son muy extraños. Ninguno de nosotros sabe por qué nos mantienen así.
- Por qué Tyler puede caminar libremente por aquí...
- Al parecer se ganó la confianza de unos humanos... Intenta ayudarnos. Pero... No hay forma de romper las cadenas.
Por el resto de la tarde seguimos hablando. Liv me hacía preguntas y yo se las respondía. Al final, se puso al día de nuestra situación, y comenzamos a buscar alguna forma de escapar.
- Mi padre una vez dijo, que no debíamos desesperar - dijo Liv - que siempre había una salida. Solo, debemos ser inteligentes...
Sus palabras me llevaron al recuerdo de una extraña charla que tuve con Inu con respecto a las hembras. ¿De verdad son más inteligentes que los machos? Me sentía ridículo de solo pensar en ello.

Entre lobos... (2)Where stories live. Discover now