Entre lobos... (2)

Capítulo 94

Sajer

Salí de la guarida, y me dirigí hacia Sever. Estaba atado a un árbol un poco apartado de todos.
- ¿Por qué te aislaron?
- Insubordinación supongo. Qué haces aquí.
- Mi hermana y sus cachorros fueron traidos aquí. También... Otro lobo de su manada. ¿Cómo puedo ayudarlos?
- Si encuentras la forma de romper las cadenas eres libre.
- Que hay de esos humanos que se los llevarán.
- Sus perros son pequeños e inútiles en pelea. No serán problema alguno.
- Entonces...
- Hay una forma de hacer que se queden por más tiempo. Y eso es retrasándolos. - se puso de pie - ¿ves esos animales de ahí?
- ¿Te refieres a esos grandes?
- Sí. Son el unico medio de transporte que tienen los humanos aquí. Sin ellos, no se pueden ir.
- ¿Dices que si los mato... Tendremos más tiempo?
- Sí, pero hacerlo ahora significaría que debes desaparecer de aquí, ya que matar a un animal de los humanos se castiga con la muerte para nosotros.
- Comprendo... ¿Y qué pasa con las jaulas?
- Son algo complicadas de abrir... Pero si haces como que rasca un árbol en la puerta, con algo de suerte podrías comseguir abrirla... Pero ten cuidado... Es algo ruidoso, y Colosso está mas activo que nunca.
- Bien...
Comencé a irme para poner en marcha el plan que estaba formulando; pero algo llamó mi atención.
- Sever... ¿Por qué no nos ayudaste antes si sabías todo esto? - el silencio nos envolvió.
- Supongo que... Tenía miedo de lo que podría pasarme si me descubrían. Lamento que estén en esta situación.
- ¿Tienes miedo ahora?
- Supongo que ya acepté mi destino después de todo...
- Yo estoy aterrado. Y ahora debo intentar salvar a todos mientras Torel regresa. Tengo miedo de que alguien más muera. Y tengo miedo de morir aquí. Pero... Al mismo tiempo... No me importaría que eso sucediera conmigo. Después de todo, yo debí morir junto a mis hermanos y a mi madre cuando era cachorro. Nuestros pasados no nos hacen tan diferentes.
- ¿Qué les hizo confiar en mí después de todo?
- Nos ayudaste llendo en contra de tu manada. Y Torel confió en ti sin siquiera conocerte. Es suficiente para nosotros los lobos. Supongo que en cierto modo, ya eres uno de los nuestros a pesar de ser físicamente diferente. - le sonreí amistosamente - no dejaré que mueras aquí. Lo prometo.
La expresión de Sever era era muy diferente a otra que ubiera visto en él. Era calida e inocente; y sus ojos se tornaron brillantes. Algo que había perdido hace tiempo, había vuelto a él.