Mini adelanto

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No quería dejaros sin nada hasta el fin de semana, que espero poder actualizar. Lo he escrito sobre la marcha, si hay algo incoherente, me decís. Un besito y hasta el finde!!! 

❤❤❤❤

 Dejó que pasara un día para visitar a su esposa, que todavía estaba en reposo. No pretendía que con su presencia la alterase más de la cuenta. Aún tenía en mente el consejo de su cuñada. No iba a subestimarla cuando tenía toda la razón.

Sasha habría querido su cabeza en una bandeja de plata.

Aunque no había sido su intención, la presencia de su ex-amante había provocado que el embarazo estuviera en peligro. Una situación inesperada, como poco deseada, no por la criatura, sino por lo que había ocasionado o estuvo a punto de suceder.

Nunca imaginó que acabaría en ese lugar; preocupado tanto por la madre como por su hijo. Más que preocupado, tenía miedo.

No se lo hubiera perdonado si hubiera llegado a ocurrir.

Porque era su hijo. Porque la futura y primera madre era Sasha. Su esposa.

Inspiró hondo, sintiendo una gran responsabilidad en los hombros y el miedo de estropearlo todo. No quería que se estropeara más de lo que ya había hecho. Podía reconocer que el inicio de su matrimonio fue a pique, en parte, por su culpa; en parte, por su odio. Luego, por sus malas decisiones.

Por el bien del bebé que estaba creciendo dentro de ella, no quería crear más grietas o de las que ya había, se hicieran más presentes, más gruesas como las esquirlas de hielo.

Por el bien de ella, no debería ser más idiota.

Dio un golpe suave con sus nudillos en la superficie de madera, avisándole de su entrada. No creía que su mujer tuviera el gusto de verle. Así fue.

Aunque estaba en la cama, recostada, no le fue impedimento de enviarle una mirada fulminante. Esperó a las recriminaciones. Esperó a sus reproches que nunca llegaron. Lo que le respondió fue su silencio, y después, su repentina indiferencia. La observó apartar su rostro, su mirada de él para posarla en algún punto de la ventana. No le iba a volver a mirar.

Lo iba a castigar con sus labios sellados.

Cuadró hombros y se sentó a la orilla de la cama sin ser invitado por parte de ella. Podía perfectamente tirarlo de su lecho. Sin embargo, no hizo el amago de echarlo. Su frialdad lo pinchó. Volvió a coger aire, sintiendo pequeñas agujas en su estómago.

— Aunque no quieras verme, ni escuchar, he venido a... pedirte perdón.

No obtuvo respuesta alguna.

— Tu hermana me lo ha contado — la siguió tuteando —. No sabía que fuera a venir a molestarte.

Sus manos estaban inmóviles. Ni siquiera un tic en su rostro le hizo saber que era lo que pasaba en sus pensamientos. Nunca la había visto así, ni cuando la conoció por primera vez, cuando se vieron, y ella se quedó durante unos segundos callada. No era lo mismo.

— Y también, te pido perdón por eso.

Nada. La observó desde su posición y deseó con una desesperación enloquecedora que lo mirase, le gritara, le echara en cara que era un cobarde porque lo había sido, sobre todo con ella.

— No quiero que os pase algo a ti y al bebé, por eso, he pensado que... cuando estés mejor, nos podemos ir a la casita de campo. Nos vendrá bien cambiar de aires.

Parecía ser que su silencio se iba a largar mucho tiempo. Soltó un suspiro de sus labios y se levantó con un peso invisible en el cuerpo.

— Si necesitas algo... avísame, por favor.

Le echó un último vistazo a la mujer que no reconocía como tal: guerrera y rebelde. Estaba estática como una estatua, sentada en una cama sin apenas moverse. Bella, pero sin expresión alguna. Inconsciente, apretó las manos contra sus costados, impotente, frustrado y dolido. Todo era por su culpa. Tenía que tragar como hiel su fría indiferencia, su lejanía. Se lo merecía.

— Buenas noches, Sasha.

Dejó que solo el ruido de la puerta reinase por unos segundos, unos largos segundos que esperó oír una palabra de ella, pero nada. No hubo nada.

Sasha solo se dignó en cerrar los ojos tras su marcha de la habitación, dejando caer lágrimas silenciosas sobre sus mejillas.

Me casaré con usted © #1 Saga MatrimoniosWhere stories live. Discover now