Epílogo (mini)

10.7K 904 89
                                    


En un día soleado, muy inusual en Londres, la familia Wade al completo estaba disfrutando de una gran comida en pleno aire libre, en el campo y con extensos manteles que había encima de la hierba. El buen tiempo les invitaba a disfrutar de ese día, con los pájaros cantando y los grillos saltando. No solamente los grillos saltaban, también, el tropel de niños y  adultos  que los seguían y jugaban al pilla - pilla. Excepto los mayores que estaban sentados en el mantel, hablando de sus cosas, como no de sus hijos.

— Nadie nos podrá reprochar que lo hemos hecho mal — dijo el patriarca de la familia, llevándose una copa de champán.

La botella, con el paso de las horas, estaba templada. Aun así, se había llenado una copa y se la bebió demostrando un poco lo excéntrico que era.

— Oh, querido. Míralos los felices que están. Nuestros hijos con sus respectivas esposas, dichosos, y ellas... más hermosas que nunca. Por no decir, los nietos que nos han dado.

Vicent y Sasha tuvieron un hijo más, mejor dicho, otra niñita. Blanche, honor a su abuela. A diferencia de su hermana mayor, era más culo inquieto y revoltosa. Aun así, la quería por igual que su otra hermanita. Un año y unos meses después, nació el varoncito que, en ese momento, gateaba siguiendo a los pasos de sus hermanas y con una sonrisa de oreja a oreja. Su madre lo cogió antes que chocara con alguien o con algo. El niño dio palmitas, encantado de ser levantado.

Por otra parte, para sorpresa de ellos, su otro hijo, el menor, se casó con la hermana de Sasha, dándoles al poco tiempo, su cuarto nieto. Ahí estaban todos.

— ¿Quién lo diría que fue a raíz de saldar una deuda personal con mi antiguo amigo?

— Oh, no era deuda. Me fui contigo porque te ganaste mi corazón. No lo hubiera amado, ni hubiera sido dichosa como lo hago contigo.

— De todas formas, Blanche. Estoy feliz por lo que hemos logrado, ya sea por la deuda o no. 

— Y no lo hemos hecho mal — devolviéndole las palabras que él había dicho.

Los dos se intercambiaron una sonrisa y se recostaron en el grueso tronco sin dejar de mirar la estampa que tenía delante, porque a veces, uno podía conseguir sus sueños.


FIN


___________________


¡Gracias!

😘😘😘😘😘❤

Me casaré con usted © #1 Saga MatrimoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora