｢ᴇɴᴄᴇʀʀᴀᴅᴏꜱ」

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Mientras tanto un poco más al norte de Europa, había otra construcción similar a la de los chicos, otro palacio/cárcel pero está era solo para chicas y era controlada por Francia.

Al igual que Reino Unido y España, la francesa no se permanecía en esa construcción por mucho tiempo, por lo tanto no se iba a enterar del plan que estaban preparando las chicas.

La Española o como le llamaban Dominicana les susurraba el plan a sus compañeras. Ella era la mayor ahí contando con 18 años, en cuanto a Panamá era la más pequeña en ese grupo teniendo 11.

Explicaba a la perfección como acorralar a un guardia y su pronto escape por un conducto que hacía de cañería para la basura y el agua podrida.

Costa Rica, se le revolvía el estómago en solo pensar en el olor hediondo que había en esa cañería, pero escapar lo valía, así que se mentaliso y asentía al plan de Dominicana.

Una vez entrada la noche, se dió la señal para salir, las chicas caminaron en pijama y con sigilo y se metieron a un cuarto para cambiar sus ropas a otras que les obligaron hacer para los niños de la élite francesa. El cabello les sería un enorme problema por lo que con una navaja cortaron lo más posible sus cabellos y se fueron al otro lado del edificio.

El problema es que esa parte tenía muchos guardias por lo tanto se las arreglaron para meterse en los desechos de comida y esperaron a la mañana hasta que los movieran al cuarto de basura.

— Mae esto apesta y tengo frío— dice Costa Rica con algo de enfado.

— Cállate y aguanta!— regaña Dominicana— ni Panamá que es una bebe se queja tanto.

— Yo no soy una bebe— susurro la panameña entre temblores debido al frío y al miedo.

La dominicana se las arregló para pasar su brazo por encima de la panameña. Unas voces se escucharon, un hombre muy enojado le gritaba a otro par.

— Saquen toda esta basura!, en la mañana llega madame Francia y monsieur UK! no podemos dejar que vean esta porquería.

La dominicana respiro con alivio a ese enorme golpe de suerte, pronto las 3 chicas sintieron el movimiento y pronto llegaron al cuarto, ahora el problema era  el guardia que siempre vigilaba ese lugar.

Susurro para Costa Rica para que siguieran con la siguiente parte así que con mucho cuidado la costarricense levantó la cabeza y dió la señal para salir, Panamá se quedó oculta hasta que no se escuchó más sonido que las risas de las dos muchachas. Le habían golpeado en la cabeza al sujeto con una enorme roca

Pronto se dispusieron a salir arrastrándose por ese hueco, primero fue Costa Rica aunque vómito un poco antes por el olor, luego le siguió Dominicana y por último Panamá.

Se arrastraron durante unos minutos siendo cubiertas por todo el mugre del agujero y pronto se escuchó el grito triunfante por parte de Costa Rica.

— Si!!! JUEPUTA MAE AL FIN, que estamos afuera!!, Dominicana! Panamá! estamos fuera!!!

Entre las risas alegres de Costa Rica la dominicana se animó más y apuro el pasó, Panamá tenía un mal presentimiento por lo que no se le veía animada, se le veía aterrada.