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Amaneció y España llevó agarrado del brazo al colombiano hasta el carruaje. Iban a tardar mucho en llegar con Portugal; y hablando de este, tenía a sus propias colonias dentro de su castillo como sus sirvientes personales, se aprovechaba mucho de ellos, para nada se comparaba a España o Reino Unido.

La única razón por la que los tenia con él, es que simplemente no quería compartir con los dos países ya mencionados, menos con UK, que ya sabía cómo era de manipulador y descarado.

A Brasil le ordenó a hacer los platillos del desayuno, este era el único al que quería como un "hijo" puesto que le ha servido más que sus otras 10 colonias.
Al resto los manda a hacer trabajos más fuertes y agotadores como ir a una mina no muy lejos de allí a excavar y traer carbón para UK.

El brasileño termino la comida y se ordena llamar al resto, algunos le agradecían, a otros les daba igual, pero sí algo había de constatar es que el chico tenía talento para los platillos.

Fué más tarde cuando todos se fueron a la mina que él se quedó solo haciendo el aseo a la enorme construcción.

Mientras tanto las fugadas lograron pasar la noche en una pocilga en dónde les permitieron dormir, ya con ese descansó caminaron a una vereda, estaban algo perdidas, algo apuradas y notan algo inusual en medió de la vía.

Un carro, similar en el que las trajeron, gritaban un grupo de niños, cinco en total además de estar forcejando por una salida. El jinete de los caballos estaba en el suelo, los tenía que llevar al palacio de España, pero antes de llegar se empezó a sentir mal, freno y calló desmayado en el suelo.

— Mae! tranquilos!— grita Costa Rica  y se subió detrás del carro para forcejear en la cerradura.

Dominicana analizaba la situación mientras que Panamá se aseguraba del estado del hombre, a la dominicana se le hizo raro que estuviera solo una persona llevándolos a todos ellos, eso significaba una cosa.

Posiblemente otros hombres estuvieran por llegar, a veces se quedaban asegurando terreno, por lo tanto unos estarían adelante del camino (lo que le hizo recordar el grupo que esquivaron) y otros detrás del camino.

— Panamá, Rica— llama— tenemos que irnos!

Se desvía del camino pero Costa Rica no estaba dispuesta a abandonar y tampoco Panamá, entre las dos forcejearon la cerradura para ayudarlos a salir a los más jóvenes.

— Estoy hablando encerio!, vamos!— grito, pero de un momento a otro palideció, el grupo que venía por detrás ya era visible.

Dominicana las jala a las dos y caen de espaldas al suelo, las agarra del brazo y las obliga a huir, pero Costa Rica se suelta bruscamente y grita.

— No podemos dejarlos!!— regaña y regresa sin importarle el grupo que venía atrás.

Dominicana pensaba en hacer lo más sensato, no en lo más moral, entonces suelta a Panamá y empieza a forcejear con Costa Rica para que los dejara.

— Ya basta!!— grita Panamá.

— Panamá dile que tenemos que irnos ya— pide angustiada Dominicana.

Costa Rica también necesitaba apoyo— Tica, ayúdame a sacarlos— pidió desesperada pues era conciente de que estaban muy cerca y ya las vieron.

Panamá quedó dudosa, por una parte no quería dejarlos con esos hombres y por otra quería huir. Así que tomó la decisión de ayudar a Costa Rica.

Ambas forcejearon más fuerte que antes, Dominicana también colaboró no podía hacer nada más. El golpeteo de los caballeros contra la piedra era más fuerte.

Luego se escuchó un crack, lograron romper la regilla de madera, los chicos también estaban forcejeando y lograron salir rápidamente.

Cada colonia corrió por distintos caminos, rápidamente los hombres agarraron ritmo, parecía que era un juego de atrapadas de 20 hombres contra 8, tomaron a cada uno y los subieron consigo a sus caballos.

Incluso a las chicas, a ellas también las atraparon, más esa decisión inteligente de cortarse el cabello, las hizo pasar desapercibidas de momento.

「ᴇɴᴄᴇʀʀᴀᴅᴏꜱ」Where stories live. Discover now