｢ᴇɴᴄᴇʀʀᴀᴅᴏꜱ」

16

México guío al grupo a un sitio no muy lejos de allí, a en una esquina, en donde se separaban dos columnas y dónde había un espacio un poco angosto. Verificó que nadie más estuviera mirando y empujó con algo de dificultad.

Propiamente había un agujero.

— Muy bien genio— dice la dominicana— ¿alguna idea para iluminar?

México negó, no había pensado en eso,a Chile se le ocurrió algo rápido, corrió a la habitación que le correspondía tomo la vela que usaban por las noches y fue a la cocina para encenderla.

Muchos le miraron raro pero les dió igual. Al final con esa vela iluminaron el pasadizo y entraron ahí, no sin antes cerrar la "puerta de piedra"

Mientras tanto en el castillo de Portugal, este regañaba al colombiano por una travesura que él no hizo. A otras colonias portuguesas les pareció muy divertido romper los jarrones que contenían las plantas exóticas del imperio portugués.

Luego culparon al colombiano y el imperio se enojo con este; y ahí los tenemos. El portugués regañandolo presionando con su bota la cabeza del menor y el colombiano soportando el dolor mientras apretaba sus puños.

En momentos anteriores lo arrastró y lo empujó por las escaleras por lo que ya estaba algo magullado.

— Praga, da próxima vez eu não vou ser tão compassivo com você— quita su pie de la cabeza del menor y termina por decir—Da próxima vez vou quebrar seus dedos.

Con eso se marcha y Brasil aprovecha para ayudarlo a levantarse— No pensé que te fuera a empujar por las escaleras.

El colombiano soba su costado y dice jadeante— Ni yo...

Un grupo por atrás se reía, es entonces que Brasil perdió sus casillas y les gritó— Fora!, vão filhos da puta!

El brasileño se tapo la boca por esa palabrota, el grupo se quedó en shock y el colombiano se rió un poco por lo que Brasil agachó su mirada para verle.

— ¿Eso salió de mi boca?— pregunta Brasil con algo de pena y Colombia asiente con una sonrisa que parecía no se iba a quitar— Ay pena...

Colombia paso su brazo al rededor y le dijo— Pena?, marica eso fue genial! Otra vez!!— pidió animado.

Brasil se sonrojó ligeramente y miro al grupo nuevamente, tomo aire y le gritó una vez más— São surdos pedaços de merda! Fora daqui!

El grupo se sintió intimidado y se marchó de una buena vez. Brasil miro nuevamente al colombiano y sobó  con su pulgar el moretón en su ojo derecho.

— Acompáñame a limpiar el horno de la cocina y te prepararé algo.

Al colombiano se le iluminaron los ojos, la comida de Brasil era lo mejor que había probado. Por lo tanto asintió emocionado y acompaño al brasileño hacía la cocina.

[...]

Volviendo al castillo español, las cuatro colonias estaban curiosas pero no encontraban nada bueno para ver. Fue entonces que Argentina encontró otra puerta. La movió y resultó ser que estaban detrás de un librero.

Lo mejor; era el cuarto de descanso que usaba Reino Unido cuando se quedaba ahí. Era por lo tanto un lugar en donde no podían entrar, pero les valió madre y entraron de todos modos.

Lo primero que hizo Argentina fue saltar en la cama invitando a Chile a hacerlo. Dominicana estaba revisando las ropas y en cuanto a México reviso un tocador y se puso una peluca blanca que había en el mismo.

— Ufff, que elegancia— dice México al verse en el espejo. Fue a la izquierda y es entonces que encontró en un armario pequeño, la licorera del Reino Unido y unas copas de plata.

Dominicana rápidamente se metió en esa licorera y busco uno de los vinos, lo saco, lo balanceó y les dijo a los chicos.

— ¿Quieren?— pregunta con una mirada pícara.

Pocas fueron las veces en dónde bebió vino; como odiaba mucho a Francia cada vez que está le pedía una copa de vino, bebia un poco y escupía en la copa. La francesa nunca se dió cuenta y tampoco nunca lo sabrá.

La dominicana sirvió un poco en cada vaso y se las dió a los chicos. Pero antes hizo un brindis.

— Brindo por la pared, brindo por México que la encontró, brindo por Chile que trajo la vela, brindo por Argentina que... que nunca falte en nuestras vidas! y brindo por mi y mi trágica vida.

Todos chocaron copas y tomaron el líquido, al principio no les gusto a los chicos pero se fueron acostumbrando.

Fue unas cuantas horas más tarde que los estaban buscando y ya estaban algo tomados, también bromeaban tontamente mientras se servían más vino.

Luego escucharon unas voces en la puerta, algo fastidiadas, algo irritadas. Reino Unido había regresado en compañía de Francia.

Dominicana las reconocido y obligó a los muchachos a irse por dónde entraron, no sin antes robar otra botella de vino.

UK y Francia entraron y se sorprendieron por lo desorganizado que estaba el cuarto. Claro que regañaron al guardia que resguardaba la habitación y ordenaron buscar a alguien para limpiarla.

— Busca a Thirteen que el limpié todo esto— ordena el Reino Unido.