｢ᴇɴᴄᴇʀʀᴀᴅᴏꜱ」

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Los dos imperios se levantaron del suelo, se arreglaron un poco y saludaron al hombre como sí la pelea no hubiera ocurrido. En cuánto a Portugal y Rusia también bajaron, por la curiosidad que tenían.

Cuando se acercaron a ese grupo se enfocaron en el ruso pero fue Portugal quien cuestiona lo que ocurre.

— ¿Él es el joven Imperio Ruso?

Rusia mirá extrañado al hombre por esa pregunta y UK asiente. Entonces se arrodilla delante de él como es la costumbre y le dice la noticia.

— He sido enviado por mi señor Imperio Germano, el cuál a pedido a petición de su padre que lo lleve a sus dominios para que se haga cargo de usted.

A Rusia se le iluminaron los ojos y sonrió un poco (no tan notable), había interpretado la noticia de otro modo.

— Es genial!, entonces mi padre me está esperando con el imperio Germano— dice y aunque intentará ocultar su emoción su sonrisa se hizo más amplia.

El hombre trago en seco y aclaro.

— Su padre no, solo el imperio Germano— guardó silencio un momento y Rusia ya no tan emocionado lo miró confundido— se me ha pedido informarle que su padre, murió y como última voluntad pidió que mi señor el Imperio Germano recibiera a su primogénito en su hogar con los brazos abiertos.

Rusia retrocede anonadado y mira a los otros mayores. Niega con la cabeza y ríe por lo bajo para confusión del resto.

— No, no; eso no puede ser— respira algo agitado— eres un mentiroso, solo vienes a... — intentaba pensar alguna excusa, nada se le ocurre— conozco a mi padre, él no puede estar...

UK lo toma del hombro y le muestra un objeto que probaría aquello, era una simple tela que tenía el escudo de guerra del principado de Moscú. (Se lo había mostrado aquél hombre antes de que Rusia y Portugal llegarán a averiguar)

— De verdad lo siento— dice UK suavemente.

Rusia toma el trozo de tela, sabe el significado de aquello y sin ver a nadie se dirige dentro del palacio Sur, no sin antes escuchar a UK decir.

— No se preocupe— se dirige al hombre— démosle unos minutos y luego puede llevarselo.

[...]

Nadie sabe cómo Cuba lo consiguió pero lo consiguió. Reto en un duelo de luchas a US y ahora este tenía que besarle los pies.

— No!, ¡no lo voy a hacer!— niega US mientras los demás muchachos lo empujaban para que lo hiciera— ¡NO VOY A BESAR SUS ASQUEROSOS PIES!

El resto reía, les parecía algo divertido, y ese fue el comienzo en donde empezaron a molestar a US.

— Tu ofreciste la apuesta, ¡ahora paga!— dice Cuba vigoroso y tenía razón, el estadounidense fue el que puso la apuesta pensando que iba a ganar.

— ¡Ni en mil años!— forcejea un poco y logra zafarse momentáneamente hasta que los demás lo vuelven a retener.

— Solo es un besito!— grita Cuba con diversión mientras levantaba su pierna con orgullo.

US agotado, cedió a cruel tortura y le dió un beso rápido en el empeine pagando así la apuesta. Los demás rieron divertidos tanto que no notaron a Rusia pasando de largo con una notable angustia en su rostro.

El estadounidense fue el único que lo notó y lanzándo otro pato al agua se escapa de ser el centro de atención con...

— Paraguay dijo que Argentina era un rompebolas y algo así como que era un prepotente, que su nariz es grande y que no le agrada.