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Después de un poco menos de un mes viajando, el joven imperio Ruso llegó a las puertas del palacio, solo para encontrar que ni siquiera se iba a quedar allí.

UK lo transportó al sur para que estuviera con sus colonias, bajo su pensamiento meditó "es joven, un poco de compañía no le vendría mal".

Pero no le dijo eso, en cambio, solo le dijo que sería gratificante sí los vigilaba y así tal vez en un futuro le daría una de esas colonias para ser su sirviente o esclavo. Cómo le apeteciera.

Pero Rusia solo pensaba, "este estúpido me quiere usar de niñera".

Entonces en la noche llegaron, algunos de los chicos salieron y observaron curiosos al recién llegado.

La primera impresión de USA fue tipo,"no lo conozco y ya lo odió". Rusia cruzó su mirada con él mientras caminaba con UK, no le dió tanta importancia, y sin embargo  de primera vista tampoco le agradaba.

El reino unido ordenó a los guardias mantener total vigilancia para que no le pasara nada a Rusia y que a cualquier cosa que pidiera, se lo dieran sin objetar.

El ruso se quedó a dormir en la cama de España y a media noche no soporto la molestia de la misma haciendo que se levantara algo irritado. En tal caso lo pensó mucho y se puso a deambular por los corredores, hasta que finalmente abrió la primera puerta.

Estaban dos hermanos durmiendo en la misma cama y al otro lado estaba otra cama vacía, el ruso se lo planteó, pero al final se decidió en ocupar dicha cama. Pensó que iba a ser un momento pero fue después que cerró los ojos y pudo dormir calmado.

[...]

El pequeño Ecuador miraba con curiosidad a la persona que dormía con tranquilidad en aquella cama. Se había levantado antes que Venezuela y este último justo al despertar se llevó la sorpresa de encontrar a Ecuador tocando la mejilla a un desconocido con su dedito.

— Ecu— susurra Venezuela y el pequeño va a su lado.

Rusia se giro levemente asustado un poco al venezolano. Pronto se escuchó un escándalo afuera, Reino Unido buscaba a Rusia y no lo encontró en la habitación que ocupaba.

— ¿Qué pasa?— dice Rusia con voz ronca y bosteza.

Rápidamente ve al par de hermanos y se levanta. Su mirada se cruzó con el más pequeño y luego en la puerta.

Suspiro con desgano y se levantó para calmar el escándalo. El Reino Unido lo regaño un poco por ese susto y aprovechando eso Rusia le dijo que de ahora en más se quedaría en ese cuarto ya que la cama le pareció muy cómoda a pesar de ser dura.

El imperio inglés intentó convencer al más joven para que viera por otra habitación, pero fue firme en su opinión así que nada que hacer. Luego se marchó y Rusia regreso a la habitación.

— Mira ya llegó el gigante!— grito Ecuador animado y con inocencia provocando que Rusia sonriera.

Desde hace no mucho le encantaba la inocencia de los niños pequeños y muchos le decían cosas así de adorables.

— Ecuador, eso no se dice— dice Venezuela y se disculpa con Rusia— lo lamento, es que es aún muy chico.

— No te preocupes— responde Rusia y se sienta en su cama— no tengo problema sí me llama así.

Y se recostó, estos cambios no le gustaban pero estar en esa habitación con algo de compañía era confortante.

[...]

El colombiano se había convertido en el ayudante del "chef" Brasil; justamente preparaban el desayuno para las colonias y el imperio por orden de Portugal.

Pero en esta ocasión, Colombia notó que Brasil estaba un poco triste. Claro este último intentaba mostrar su mejor sonrisa y animar como siempre lo hacía, pero está vez era extraño verlo así de pensativo.

Brasil estaba sumido en sus pensamientos, quería darle una noticia a su vez que tenía un conflicto consigo mismo por su influencia en aquella noticia.

— ¿Qué pasa?— Pregunta Colombia de una vez por todas.

Brasil le miro directamente a los ojos y se limpió las manos con un trapo— Tengo algo que decirte.

El colombiano asintió— De acuerdo, ¿qué podría ser?

El brasileño inhaló y dice intentando mostrar que estaba bien con eso.

—Yo convencí a mi imperio para que te enviará con España.

Esa era la noticia, Brasil no quería que se fuera, pero cuánto más veía y cuánto más tiempo corría Portugal no tenía paciencia con el colombiano y lo lastimaba y humillaba aún más. Por lo tanto hizo lo mejor que pudo.

Colombia quedó perplejo un momento y pregunta— ¿Qué hiciste que?

— Regresaras con España— responde con algo de pesar— Estarás mejor allí.

Al colombiano le ponía algo triste dejar al brasileño y por la conmoción lo abrazó. Le agradecía bastante el que estuviera con él y que lo hubiera ayudado en más de una ocasión.

Brasil escondió su cabeza en su hombro y se separó un poco— Prometo que nos volveremos a ver.

Colombia asintió, esperaba que así fuera y volvió su mirada en las ollas— Extrañaré tu deliciosa comida— dice

Brasil sonrió un poco y le aseguro nuevamente— Bueno, para que no se te olvide, voy a ir buscarte algum dia y los dos vamos a preparar comida deliciosa, Outra vez

Colombia sonrió y antes de decir algo más, abrieron repentinamente la puerta.

— Te vas— dice Portugal con seriedad y el colombiano dejo de lado lo que estaba haciendo.

España lo esperaba en la entrada y se sorprendió una vez que lo vió, no juzgaba los métodos de Portugal y sin embargo le pareció que sí se había pasado un poco ya que si lucía un poco demacrado.

Ordenó al colombiano a subir al carruaje y luego se despidió de Portugal agradeciendo lo que hizo.

Inicio el recorrido y el colombiano no dejó de mirar al brasileño (que se asomaba por una esquina) y viceversa.

— Espero que esto te quede de lección para no buscar más líos conmigo chaval.

Colombia no dijo nada y se limitó a asentir, aunque en el fondo pensaba la manera de seguirle causando problemas. Después de todo su plan estaba a medias y dudaba que alguien haya encontrado su papel.

Mientras tanto Brasil regreso al castillo con Portugal. Este último le invito a desayunar a su lado y luego ir a su lugar de trabajo para empezar con la instrucción de ese día.

Portugal veía su futuro en Brasil, por eso era tan bueno con él, pero no con el resto. Esperaba que aprendiera y esperaba que se quedará a su lado.

Pero Brasil ya había hecho una promesa, una que se haría más fuerte al pasar de los años.

「ᴇɴᴄᴇʀʀᴀᴅᴏꜱ」Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum