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Mientras tanto Cuba miraba a Chile y a México asegurandose de que Argentina y US respectivamente estuvieran bien. Por lo que no pudo evitar decir— Hey, finalmente tengo un par de enfermeras.

Entonces bajó, le siguieron Venezuela, Paraguay, Bolivia y por último Colombia, quién se puso a revisar un momento el carruaje, al lado el establo. Simplemente jaló al venezolano con él para que le ayudará a mover los caballos y engancharlos al carruaje.

Una vez preparados dijo— Argentina ¿Creés que puedas cabalgar?

El argentino abrió los ojos, no era ningún experto pero se defendía solito, el problema es que aún le dolía la mano y negó a poder hacerlo.

— Lo siento ché... me duele un poquito la muñeca— Chile tomo la mano afectada del argentino y le dió un pequeño besito. Acto ignorado por la mayoría.

— ¿US?

La excolonia inglesa quién estaba cruzado de brazos intentó hacerse el que no era con él. Más al rato soltó un respingo y contestó.

— Los caballos me odian. Mira sus ojos negros llenos de maldad, tienen intenciones de morderme.

— Oh vamos, exageras— dice Colombia afanado— Escuchen necesito que alguien llevé esta cosa afuera mientras abro la puerta y distraigo a los guardianes que las cuidan... Sí no, estamos en la mierda...

El estadounidense intento acercarse lentamente y habló suavecito pero nervioso— Hola caballito, eres un lin... ¡Ah!— antes de poder terminar el caballo intento darle un mordisco— ¡Se los dije!.

Colombia pasó su mano sobre su cara y habló— ¿Algún voluntario?
Casi de inmediato México levantó la mano entusiasta, sin embargo comentó.

— Aunque nunca he manejado una de esas cosas en mi vida— refiriéndose al carruaje— lo quiero intentar.

— Bien— dice Colombia y hace un recuento— Venezuela tiene el libro y la brújula, creo que no falta nadie.... Pero siento que olvidó algo importante... Na' no importa, solo vamos, Argentina guía a México y nos vemos en la salida.

De ahí salió a correr y el Argentino empezó a dar las órdenes en un tono brusco para sentir ese pequeño aire de autoridad

— Escuchen bien pedazos de pelotudos, ustedes me odian y yo los odió aún más... Bueno exepto Chile. A lo que iba, el que no me haga casó se queda, así arriba del carruaje y...— México interrumpe emocionado por la idea de conducir al par de caballos.

— ¡Ámonos!

[...]

Cuando España escuchó la explosión, pegó el brinco de su vida, ya se le había pasado un poquito el susto del demonio en el cuarto y ahora tal ruido le puso su corazón acelerado.

Cuando se calmó un poco fue a investigar, habían solo algunos miembros de la guardia intentando comprender que había pasado. También los que se encontraban durmiendo despertaron por el ruido y dejaron la salida desprotegida.

España no lo pensó dos veces, ordenó a unos cuantos a ver sí hacían falta colonias y fue también por su cuenta a la puerta principal. Vió a Colombia abrir la puerta, pero lo más extraño para él fué ver cómo regresaba.

Fue a investigar, caminó algo rápido, y vió
de un momento para otro como su carruaje y sus caballos eran conducidos por las colonias. Claramente se puso furioso y se acercó a pasó fuerte.

— ¡Chavales!, ¿pero qué cojones?, ¡¿Qué creéis que estáis haciendo?!

Colombia subió sin pensarlo mucho, al lado de Argentina, en medio de el asiento del cochero y dijo para desilusión de México arrebatándole las riendas— después te enseño

「ᴇɴᴄᴇʀʀᴀᴅᴏꜱ」Where stories live. Discover now