｢ᴇɴᴄᴇʀʀᴀᴅᴏꜱ」

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Mientras Venezuela se dirigía hacía el cuarto en donde descansaba España notó que en el solitario pasillo había una sombra tendida cerca a la pared y en el suelo.

Casi le da un patatus, tenía forma de algún cuerpo, parecía ser un alguien tirado en el suelo por lo que a su cabeza lo primero que llegó es que alguien estaba muerto.

[...]

- De a golpes todo se soluciona- dice Argentina, quién orgulloso por romper el candado meneaba el martillo que había traído de algún cuarto.

Colombia no le da mucha importancia y lo jala para que empiecen a trabajar- Ayúdame con esto- dice y entre ambos mueven las pequeñas pero poderosas cajas llenas de pólvora.

- Esto va a salir muy mal- advierte Argentina una vez más.

Colombia lo mira de reojo y le grita- ¡Ya deje de echar la sal!.

El argentino simplemente ríe un poco, su pesimismo no era para menos, a su parecer estaba siendo realista con respecto a la situación. Crear aquella distracción que proponía Colombia explotando pólvora le seguía pareciendo una mala idea porque suponía que no funcionaría en lo absoluto y que quienes pagarían el desastre serían todos.

En cambio lo que Colombia pensaba al hacer eso, era crear algo de tiempo para así salir lo más rápido de allí y darse a la fuga con quiénes estaban. Podrían atraparlos en cualquier momento, eso lo tenía claro, pero más valía intentarlo que no.

Entre ambos arrastraron las cajas hasta el lugar donde iban a detonar y al dejarlos allí tendrían que ir por las cajas que faltaban para el altercado.

[...]

En algún punto, las colonias que iban en el carruaje pararon porque empezó a llover, Italia y Brasil tuvieron que crear algo improvisado con unas cuerdas y ramas para crear algún refugió a los caballos y que así no se mojaran tanto.

Cuando terminaron, ellos estaban muy empapados y enteraron con prisa al carruaje. Sin pena y sin pudor empezaron a cambiar sus ropas (delante del resto) por otras prendas que traían consigo.

No les tomo más de cinco minutos y ya sin nada mejor que hacer Italia propone dormir, lo que resultaba incómodo por el espacio que era poco. Aún así lograron acomodarse.

- Quieren escuchar una historia para dormir- propone Italia.

- Si, no estaría mal- dice un muy confiado canadiense con los ojos cerrados pero aún despierto.

Brasil estaba recostado detrás del canadiense, el sueño le había llegado tan pronto se sintió cómodo, pero Canadá no estaba cómodo al sentír el respirar del brasileño detrás de su nuca, por lo tanto no podía intentar dormir aunque quería.

El resto de las chicas, dieron su aprobación para que Italia narrará su historia, está última sonríe y empieza a relatar.

- Muy bien, está historia está basada en hechos reales

[...]

Regresemos con Venezuela.

Este se acercó lentamente al cuerpo que estaba en el suelo y le dió una pequeña patada en el pie para ver si reaccionaba. Cómo estaba muy oscuro no podía reconocer quién era y como no sabía le aterraba saber que era eso en lo que estaba pensando.

Tragó fuerte y se obliga a tocar aquel cuerpo con su mano.

- Ollé chamo- dice muy nervioso- ¿Estás vivo?- rápidamente se hizo a la idea de la tontería que había dicho- Pero que estúpido si no está vivo claro que no me respondería.