42

1.3K 249 136
                                    


— Ya me asustaste chamo— dice Venezuela y Colombia para mantener su cabeza metida en algo (además de relatar) se pone a lavar los platos que le faltaban.

— Cuando llegue, Francia tenía un particular apego con mi hermano... Era muy pequeño, ni siquiera formulaba oraciones de más de cinco palabras.

— ¿Qué tipo de apego?— pregunta Venezuela como sospechando que le va a decir.

Colombia suspiro— Conmigo era grosera, me hacía llorar incluso, pero a mí hermanito lo consentía, le traía ropa, le cantaba canciones de cuna para dormir; y a mí me dejaba fuera del cuarto hasta que mi hermano durmiera ¿te lo puedes creer?.

— Creo que sí.

— Luego empezó, con una actitud "agradable"...digo, comenzó una guerra de comida con... alguien que venía de los escandinavos, la verdad no recuerdo el nombre. Pero solo me agradó esa única vez por tirarle un plato de sopa a España. Después se comportó amable conmigo y me dió pastelillos en la noche.

— y después, ¿Qué ocurrió?.

— Alguien me advirtió que tenía las intenciones de llevarse a mi hermano y yo... Cometí un error terrible— luego dió una pausa, quedó pensativo unos momentos y Venezuela de impaciente le grita.

— ¡Pero no me dejes así con la intriga chamo!, ¡¿qué ocurrió después?!

[...]

Dentro de la cabaña, no era un lindo lugar, ni tampoco el más grande, pero servía muy bien para ocultarse. Y Brasil le explicó a Italia lo que ocurrio y que las colonias que había traído también estaban huyendo.

— ¿Así que todos vienen como refugiados?— pregunta Italia para constatar.

— Si, claro, no los iba a dejar como un barco a la deriva— dice Brasil con obviedad.

La italiana suspira y dice pensativa— ahora hay mucho riesgo al rededor... Supongo que tendrás que acelerar tu plan Brasile.

— ¿Qué plan?— cuestiona Uruguay.

Italia mira a Brasil con complicidad y el brasileño le sonríe. Panamá sintió un poquito de celos, y se sentía algo ofendida de que no le nombrará a la italiana antes, sí llevaban mucho tiempo hablando.

— Muito bem, primero planeó ir a buscar a alguien, para luego irnos a América.

— ¿Podemos ir?— pregunta rápidamente Perú con un matiz de ilusión, los demás también miraban interesados.

— Por mi los llevaría a todos... Pero solo tengo una opción limitada de llevar a tres— miro al lado derecho— a Panamá— y luego miró sin punto aparente— y a Colombia.

El nombre le sonó a Canadá— ¿Conoces a Colombia?— Brasil asintió— De todos a los que podrías llevar, ¿lo llevas a él?

— Claro que si— responde seguro— él es mi amigo, prometí buscarlo.

Algunos suspiraron con tristeza, solo Panamá con alivió al escuchar que a Colombia lo llamaba como solo «amigo». Pero Italia miró las caras decaídas de la mayoría y pensó que después de todo ella no tendría escapatoria a sus responsabilidades y que en algún momento tendría que cumplir con lo que le estaban obligando.

— Dónde caben tres caben...— empezó a contar— siete!, no sé preocupen también hay espacio para ustedes.

Y le miraron con emoción, Brasil en cambio la miró con confusión y antes de que Italia aclarara, Canadá se permite preguntar

— ¿Podría haber espacio para dos más?... Digo, sí vamos a buscar a Colombia, podemos buscar también a México y a USA.

Italia iba a hablar, pero Costa Rica interrumpe.

— Uh y a los demás también!— dice emocionada— Ese chico que se llama Argentina y a otro que se llama Chile— luego bajo la mirada— Y a Dominicana, ni loca me voy sin la mae...

— ¡Claro!— dice Italia con una expresión no tan segura en su rostro pero afirma— Es cuestión de que busquemos a los que faltan y pueden ir a la América!.

La mayoría animados quieren celebrar a la italiana, pero Brasil antes interrumpe — Italia!, necesito decirte algo.

Los demás se quedan callados.

— Muito bem, recuerdo que me dijiste que era muy riesgoso intentar llevar a más de dos o tres. Ahora quieres enviar a América a no sé cuántos de nosotros?!— dice Brasil, como sí la idea de por sí no le sonara descabellada. Los demás se miraron preocupados y esperaron escuchar a la italiana.

— Se muy bien lo que dije niño, no tengo memoria di una farfalla
— chasquea los dedos— Io me las arreglaré para conseguir un barco, para ti, ti, ti, ti, para todos, lo prometo.

— Italia— dice Brasil preocupado— esto es demasiado para cualquiera, digo, necesitarías un milagro para conseguir un barco y que no nos detuvieran en el proceso.

La italiana busca entre sus cosas— querías un milagro— saco una carta, demasiado elegante con un sello y firma reconocible para cualquiera— este es nuestro milagro.

— ¿Qué es eso?— pregunta Brasil, no había visto eso antes.

— La carta que cualquier mortal desearía tener en sus manos, esto vale más que el oro que tienen los imperios, amigos... Una carta del mismísimo Vaticano!. Cualquiera daría lo que fuera por esto... Incluso dejar huir a unas cuantas muchas colonias..— insinuó.

Uruguay cuestiona— ¿Porqué una carta de un sujeto al que nadie ha visto nos ayudaría?.

— Simple, muchos lo toman como l'amico di Dio, por eso siempre está encerrado en una habitación en donde solo por un agujero le llega la luz del sol...pobre...

Se aclara la garganta— Con il mío padre lo visitamos seguido, lui me dió la carta cómo obsequio. Y muchos tontos han hecho muchas cosas por mi con tal de verla, incluso ayudarme a escapar y mira que bien ha salido, no me han pillado en meses.

Brasil no le miraba convencido y luego dijo muy seriamente— tendremos que pensar bien todo... no sería seguro para nadie sí nos encuentran, y es muy riesgoso buscar a los demás...

— ¿Eso nos detiene?— cuestiona Costa Rica— sí nos encuentran estamos acabados, es seguro... Pero no podemos abandonar a los demás.

— Claro que no— respalda Canadá y analiza— si nos vamos sin ellos, les podrían encadenar para así asegurarse de que nadie más escape, eso sería horrible.

— Entonces el punto es— respalda Uruguay— Que intentemos rescatar a los que podamos, aquí todos tenemos en claro el riesgo y aunque sería fácil huir los que estamos no podemos abandonar a los demás.

— Tienes razón— dice Panamá— ¿Pero como los encontramos?.

— Tengo mapas— asegura Italia con una sonrisa— hay una ruta por el bosque, que nos llevaría al palacio sur en donde pueden estar los que falten. Es larga, pero es para minimizar riesgos.

— Pero no creo que dominicana este ahí— dice Costa Rica— ¿podríamos buscarla primero?

— ¿Sabes dónde está?— pregunta Italia, Costa Rica niega con la cabeza— Entonces no, spiacente, buscar a solo uno es correr mucho más riesgo para todos del que ya tenemos.

Brasil dice sin meditarlo mucho— Solo espero que todo esto salga bien.

[...]

— ¡Colombia responde porque me voy a volver loco mamaguevo!

Curioso USA quien estaba escuchando todo detrás de la puerta entra a la cocina con los otros dos quienes voltearon a verle. Venezuela le miro confundido y Colombia con algo de rencor.

— Mi mayor error fue confíar en él.

Dice Colombia, y tan rápido como lo dijo abandono la cocina dejando anonadado a el venezolano y a US con una no tan notable expresión de culpa.

「ᴇɴᴄᴇʀʀᴀᴅᴏꜱ」Where stories live. Discover now